OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave, México.- Antes de referirme a la historia de las radiodifusoras dedicadas a la difusión de la música de los grandes maestros en nuestro país, es de afirmarse que la estulticia del gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, no tiene límites y cae en la degradación mas abominable de la comunicación social al cerrar la Opus 102.1 y convertirla en una vulgar frecuencia de procacidades que considera publicitariamente indispensable en su anhelos, estériles por cierto, de convertirse en el futuro presidente de México. Ahora se le conoce como “Radio Bronco”.