OPINIÓN de Rafael García Almazán/ Kabila.- No creo necesario repetir que lo que ha ocurrido en los últimos años en la Comunidad Valenciana ha sido un saqueo continuo de las arcas públicas. Basta saber que las grandes obras, sean deportivas, culturales o de otro tipo, a pesar de sus inversiones millonarias, no han servido para nada o casi nada, salvo para enjuagues y corruptelas. Y tampoco los servicios públicos exteriorizados, donde la mangancia ha prevalecido, entre los varios ejemplos está el de la basura de Alicante. Pues bien, no crean ustedes que la cosa se queda ahí. Es verdad que durante el reinado del rey del traje, o sea de Camps, la Comunidad Valenciana ha gastado a manos llenas hasta llegar a la actual quiebra en la que se encuentra. Pero es que resulta que las cantidades que el gobierno central ha transferido a esa Comunidad para pagar las deudas a proveedores (FLA: Fondo de Liquidez Autonómica) se han gastado por el gobierno actual, el del presidente Fabra, en gran par