Foto Puerto Global OPINIÓN de Álvaro Vega Sánchez Las pandemias exponen lo mejor y lo peor de la condición humana. La actual no es la excepción. La humanidad o inhumanidad se desnuda ante nuestros propios ojos. Advertimos, en general, que son más las carencias y flancos débiles que las fortalezas institucionales y virtudes éticas, afectivas y espirituales, para encarar los desafíos múltiples de una situación pandémica. Enfrentamos una situación que nos implica como humanidad planetaria. Un problema global. Y, para problemas globales, soluciones globales (Sygmunt Bauman). El gran desafío: emprender medidas y acciones para una mejor convivencia, como pequeña “tribu”, en esta “aldea global”. El modelo de globalización neoliberal dominante, y su institucionalidad comercial y financiera, no ha contribuido a esa convivencia “tribal” justa y equitativa. Al contrario, ha intensificado la desigualdad y precarizado el trabajo humano, de ahí que la pandemia actual cobre cada vez más víc