OPINIÓN de Sergio Ortiz El país habló del tetazo protagonizado por el diputado de Salta. Ameri fue linchado en todos los medios. Lo suyo, reprochable. Más reprochable son muchos indignados neoliberales seudo moralistas que vendieron el país. En sesión virtual de la Cámara de Diputados el representante del Frente de Todos por Salta, Juan Ameri, fue visto besando senos de su novia. Gran escándalo gran. El jefe de la moral argentina, Sergio Massa, que muchas veces besó el anillo de la embajada de EE UU, frenó la sesión y suspendió a Ameri. Este fue intimado con que “renuncias inmediatamente o te echamos”, tras lo cual llegó la dimisión. El besador adujo creer que se le había caído la conexión, algo normal en el país donde Internet y telecomunicaciones están dominados por Héctor Magnetto, de Clarín, Cablevisión y Fibertel. Pensando no estar conectado, dijo haber besado las tetas de su pareja, para probar lo bien que le habían quedado tras un implante (una prueba más, del mundo de la políti