El cacao representa un emblema para nuestra cultura, por lo que es importante para la etnia rescatar el legado que dejaron nuestros antepasados", afirmó a Efe Bartolomé Ábrego, de 36 años y oriundo de la comarca Ngäbe Buglé, uno de los siete pueblos originarios de Panamá. Ábrego y 20 jóvenes de la etnia Ngäbe Buglé crearon la Asociación Ñobä (Añobä), que significa cacao en su idioma originario, el año pasado, en medio de la crisis por la covid-19, con el fin de crear sistemas agroforestales de cultivo de cacao. "Queremos establecer una organización productora de cacao con un sistema de producción 100 % orgánico y amigable con el ambiente", afirmó Ábrego. Actualmente, están transformando al menos una decena de fincas en Bocas del Toro, provincia panameña fronteriza con Costa Rica, en parcelas con sistemas agroforestales de cacao, es decir, que combinan en la misma unidad productiva este fruto como principal cultivo, en asocio con árboles maderables, frutales, plátanos,