Foto: PNUMA/Diego Rotmistrovksy PNUMA.- La explosión masiva que arrasó el puerto de Beirut en agosto de 2020 dejó tras de sí un amasijo de hormigón, metal y vidrios rotos. La fuerza de la explosión, en la que explotó un arsenal de nitrato de amonio, se sintió a más de 20 km de distancia. La capital libanesa se enfrentó a una iniciativa de limpieza masiva; Arcenciel fue uno de los muchos grupos sin ánimo de lucro que intervinieron, mediante la recolección de 9.000 toneladas de vidrios rotos en los barrios destruidos. Ese vidrio fue triturado, derretido y remodelado para su posterior uso. “Tras la explosión de Beirut, tuvimos varios proyectos para ayudar a rehabilitar barrios y recolectar vidrios rotos”, dijo Marc-Henri Karam, responsable de los programas de medio ambiente de Arcenciel. La iniciativa fue una muestra ejemplar del papel que Arcenciel, el Campeón de la Tierra en la categoría de Inspiración y Acción de este 2022, ha desempeñado para ayudar al Líbano a gestionar sus residuos