Un reciente análisis, que combina estudios genómicos con el análisis biogeográfico del chirimoyo , sugiere un movimiento e intercambio intensivo de cultivos entre Mesoamérica y América del Sur en el Holoceno precolombino. El trabajo lo han realizado investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora (CSIC y Universidad de Málaga), un centro que cuenta con una colección de más de 300 accesiones de chirimoya de diferentes países. Esa fue la referencia que tomaron para analizar la diversidad genética del chirimoyo en tres países andinos, como son Ecuador, Perú y Bolivia. “Nos llevamos la gran sorpresa de que la diversidad genética , en las pocas accesiones de nuestra colección originarias de América Central, era mayor que la que había en los tres países andinos”, afirma el investigador Iñaki Hormaza , coautor del estudio que publica en la revista New Phytologist . Hasta ese momento, se creía que el chirimoyo era originario de los Andes Los primeros