OPINIÓN de Mauricio Castaño H. , Colombia.- La ciudad va mal, el país, la economía, el clima. El crimen se toma las calles, los dirigentes están entretenidos en sus negocios, la guerra da buenos dividendos. La gente está enferma, no reacciona, nadie promete alivio. Por más que huya siempre termino aprisionado por un médico incompetente que me receta baratijas cuidando las ganancias del patrón; por un banco que amenaza arruinarme, por el mandatario que me asfixia con una nueva tributación para pagar favores a sus amigos constructores. Político, empresario y gobernante, tres seres distintos unidos en el agiotista. Por fortuna, cada vez estoy más cerca de la muerte. Pronto estaré lejos. Medellín tiene un sector llamado el Poblado, otrora, después de los barrios Prado y Boston, fue elegido como sitio privilegiado para la vivienda de las gentes adineradas, las haciendas hermosas escoltadas por largos rieles, poco a poco terminaron hechas polvo para dar paso a los altos y caprichosos edifi