OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H., Colombia.- La ciudad va mal, el pa铆s, la econom铆a, el clima. El crimen se toma las calles, los dirigentes est谩n entretenidos en sus negocios, la guerra da buenos dividendos. La gente est谩 enferma, no reacciona, nadie promete alivio. Por m谩s que huya siempre termino aprisionado por un m茅dico incompetente que me receta baratijas cuidando las ganancias del patr贸n; por un banco que amenaza arruinarme, por el mandatario que me asfixia con una nueva tributaci贸n para pagar favores a sus amigos constructores. Pol铆tico, empresario y gobernante, tres seres distintos unidos en el agiotista. Por fortuna, cada vez estoy m谩s cerca de la muerte. Pronto estar茅 lejos.
Medell铆n tiene un sector llamado el Poblado, otrora, despu茅s de los barrios Prado y Boston, fue elegido como sitio privilegiado para la vivienda de las gentes adineradas, las haciendas hermosas escoltadas por largos rieles, poco a poco terminaron hechas polvo para dar paso a los altos y caprichosos edificios. Huyeron de un lado hacia otro por la inconformidad, por lo feos y sucios lugares, vueltos as铆 por una improvisada y mala planeaci贸n. Derriban obras para justificar nuevas, y las ya hechas descuidadas est谩n, parques abandonados y malolientes son morada de la delincuencia. El desorden y la inseguridad amenazan las sosegadas vidas. El territorio sufre deterioro, robos, cr铆menes, venteros informales que subsisten asaltando las est茅ticas establecidas, en fin, todo un conjunto de vectores influyen para la huida, para ir en busca de otro mejor vividero, lejos del hampa y del bullicio.
El poblado es el territorio de la ciudad con los mejores servicios de accesibilidad, banca, recreaci贸n, diversi贸n, hoteler铆a, centros comerciales, en una palabra mejor equipamiento urbano y exclusividad para quienes tienen buena capacidad adquisitiva. Pero esto es cierto en el criterio de ciudad que se ten铆a hasta hace algunos a帽os, pues sus muchos y crecientes problemas han hecho que estas gentes adinerados se alejen cada vez m谩s de sus cuadr铆culas, de una ciudad mal planificada y migren a municipios cercanos con amplios terrenos, en donde se pueda construir amplias viviendas en extensos lotes que guarden privacidad con sus pares colindantes. Llano Grande en Rionegro fue el sitio escogido. ¿Qui茅nes quedaron? La llamada clase media, los emergentes son los nuevos habitantes del Poblado.
Se fueron pero sus negocios prosperan. El sector de la construcci贸n en asocio con la dirigencia, emprenden nueva empresa, escogen territorios que hacen vender barato y luego venden seis veces m谩s costoso. Sucedi贸 con el barrio el Naranjal, expulsaron mediante decreto a sus habitantes, familias honradas y trabajadoras, les compraron sus viviendas por una sexta parte de lo que luego valdr谩n las futuras viviendas proyectadas. El metro cuadrado fue comprado a seiscientos mil pesos para luego ofrecerse a tres millones doscientos o m谩s, el eufemenismo justificador fue Plan Parcial del ordenamiento territorial que avizora un lugar bonito a la vista para una zona que se configura en negocios y convenciones internacionales.
Ahora lo repiten con la clase media de El Poblado, cobran altos impuestos o valorizaci贸n para financiar a empresarios del cemento, pero se devela la intenci贸n de expulsar a la gente acos谩ndolos con tributos, asfixi谩ndolos hasta tener que vender barato. El pa铆s tiene experiencia en expulsar, en desplazar, en el campo con armas gatilladas con ej茅rcitos privados; en la ciudad con el arma de los impuestos y decretos, con devaluar territorios para luego tomarlos. Business are business. Negocio es negocio. Los empresarios, dirigentes de gobierno y pol铆ticos encarnan lo burs谩til, el alma humana se les extravi贸 en el momento mismo en que en la cuna y en la escuela, les ense帽aron de las solas ganancias maliciosas, su mundo es una gran bolsa de transacciones, y aprendieron que la exclusi贸n produce buenos dividendos en corto tiempo. Es un Ethos mafioso.