OPINIÓN de Ollantay Itzamná, Guatemala.- Desde hace cuatro meses atrás (abril del 2015), Guatemala es motivo de titulares en noticiarios internacionales, ya no únicamente por las masacres violentas, crimen organizado, narcoactividad o la corrupción, sino, ahora, también por la “rebelión” ciudadana que está a punto de destituir “desde las calles” a su gobernante (ex militar) corrupto. Pero, ¿quiénes mueven los hilos y agendas de esta crisis y “rebelión” ciudadana? ¿Por qué los patrones (el Embajador norteamericano y el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras-CACIF) convocan al pueblo a salir a las calles en contra del Gobierno que encabezaba una organización criminal de defraudación tributaria, incluso concertando fechas? Económicamente, no es el gobierno de Otto Pérez Molina (actual Presidente) quien más prejuicios ocasionó al país, sino gobiernos como el de Álvaro Arzú (actual alcalde casi sempiterno de la ciudad Capital) ¿Por qué los