La resistencia a los antibióticos supone un riesgo cada vez mayor para las personas, los animales y el medio ambiente
El surgimiento del COVID-19 ha demostrado la facilidad con la que las infecciones se pueden propagar, amenazar la seguridad sanitaria mundial y desestabilizar las economías , las vidas de las personas y los medios de subsistencia. La resistencia a los antimicrobianos es una pandemia creciente que obstaculiza el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible , coincidieron los participantes en el Diálogo de Alto Nivel sobre Resistencia a los Antimicrobianos celebrado este jueves en la Asamblea General de la ONU. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que en la actualidad mueren al menos 700.000 personas cada año debido a enfermedades resistentes a los medicamentos. “Si no se toman medidas urgentes, estas enfermedades podrían causar diez millones de muertes anuales para 2050 , además de provocar daños económicos tan catastróficos como la crisis financiera global de 2008-2009 y, para 2030, la resistencia a los antimicrobianos podría empujar a 24 millones