OPINIÓN de Carlos Luna
Recientemente el gobierno presidido por Iván Duque anunció un programa de vacunación que se pretende implementar en Colombia a partir de febrero de 2021. Dicho programa, según se ha informado, dispone de 40 millones de dosis. El Presidente ha declarado “quienes no tengan en este momento la acreditación de ser ciudadanos colombianos, y que no tengan regularizada la situación migratoria, por supuesto que no serán inmunizados”. Ya han comenzado a aparecer declaraciones refutando lo expresado por Duque.
Entre quienes se han pronunciado contra las declaraciones del Presidente colombiano está la del exministro de Salud, Alejandro Gavidia, quien expresó en su cuenta de twitter:
“No vacunar a los venezolanos es una mala idea desde un punto de vista epidemiológico. Pero es sobre todo una propuesta antiética: excluye a los más vulnerables y discrimina de forma casi amenazante en contra de un grupo de personas por su nacionalidad y estatus migratorio”.
No es un secreto para nadie el desastroso manejo del gobierno de Ivan Duque de la Pandemia por covid- 19 que, desde principios del año 2020, impuso medidas estrictas de aislamiento en muchos países. Veamos algunas cifras que pueden dar luces respecto a ello.
Revisando el mapa del coronavirus en Latinoamérica al día de hoy es fácil ver que Colombia totaliza 1.518.067 personas contagiadas por covid-19 y hasta esta fecha ya son 40.680 los fallecidos. Ocupa este país el tercer lugar entre los que tienen más contagiados, solo superado por Brasil y Argentina. Vistos estos datos, no parece que las políticas sanitarias implementadas por el gobierno de Duque, para contener la propagación del virus, puedan ser consideradas un referente en el manejo de la crisis sanitaria.
En contraste Venezuela, hasta la fecha, ocupa el lugar número 14 en la región, con apenas 110.513 contagiados y 993 muertes. Las estadísticas parecen indicar que el manejo de la crisis sanitaria implementada en Venezuela por el “régimen” de Maduro ha superado con creces al de su vecina Colombia.
Volviendo al tema de la vacuna que se aplicará en Colombia en las próximas semanas Duque argumenta que no se vacunará a los venezolanos inmigrantes irregulares en Colombia porque ello supondría “un llamado a la estampida a que todo el mundo cruce la frontera para pedir que lo vacunen”, en declaraciones que realizó a la cadena noticiosa Blu Radio.
Si bien antes de la pandemia Duque y su gobierno alentaban la inmigración ilegal venezolana, como estrategia para rivalizar con el gobierno de Nicolás Maduro, ahora en medio de la inmanejable crisis por covid-19 y apelando a sentimientos más primarios pretende imponer criterios que soslayan las normas humanitarias más elementales contra minorías residentes en su país. Al respecto Gustavo Petro, líder del Partido de izquierdas Colombia Humana, comparó la decisión de Duque con el fascismo.
Respecto al mensaje de no vacunar a los venezolanos irregulares en Colombia Petro expresó en Twitter:
“Este mensaje logra que millones de colombianos aplaudan olvidando que hay millones de colombianos en Venezuela, Ecuador, E.E U.U y España, y que para nada nos gustaría que los excluyeran de la vacuna. La xenofobia es uno de los pilares del fascismo. Logra aplausos mientras mata”.
“Entre más personas logren vacunarse dentro del país, mejor será para todos”, expresó en otro tweet el dirigente político.
Según las estimaciones existentes alrededor de 1.700.000 venezolanos permanecen actualmente en Colombia, de ellos aproximadamente cerca del 55% por no poseer la nacionalidad ni tener regularizada su situación migratoria, no recibirían la vacuna, según el planteamiento expuesto por el Presidente de la República.
La Federación Internacional de la Cruz Roja, según información difundida por El Espectador, pidió al gobierno de Duque que estos inmigrantes (venezolanos) sean igualmente incluidos en las campañas de vacunación y no se queden sin posibilidad de obtener inoculación para combatir la pandemia.
Habría que señalar que lo que se soslaya en las declaraciones del Presidente Duque es que apenas con 40 millones de dosis de las que dispondrá el Plan de vacunación, considerando que la población de ese país es de 50 millones, y que se habla de al menos dos dosis por personas, el plan dispone de la mitad de la cantidad de dosis para cubrir toda la población colombiana. El problema sanitario que tiene Duque con el Coronavirus no son los compatriotas venezolanos ilegales que permanecen en ese país, por mucho que así pretenda hacerlo ver. La crisis sanitaria del coronavirus está asociada con el agotamiento del modelo político de sociedad que impera en la hermana República de Colombia. Esperemos que las voces sensatas de ese país sigan develando las maniobras de quien hoy desde la Casa de Nariño sólo defiende y representa los intereses de la oligarquía colombiana.
Carlos Luna Arvelo