OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave “Era un Rey de Chocolate, con nariz de cacahuate…” Perdón, hay un Rey de la Zarzuela, el hecho de que desde su coronación su residencia oficial haya sido el Palacio del mismo nombre es mera coincidencia, llamado ahora reye emérito Juan Carlos I, pues es el caso que según cientos o probablemente miles de crónicas lo han ubicado o lo ubican en escándalos que van desde fastuosos festejos, infidelidades, caza de elefantes y la presunción de actos de corrupción multimillonarios. Pues resulta que la auto expatriación de Juan Carlos, no obedece a la justicia española, sino a la suiza, al haber detectado el fiscal de esa nación escandinava, Yves Bertossa, fondos millonarios del monarca; a esta trama ya le llaman: “Los Fondos del rey Juan Carlos I”, en la que involucran a una serie de personajes de la realeza, de la burocracia y de la iniciativa privada, inclusive de otras nacionalidades. Si el fiscal Bertossa dicta orden de aprehensión contra el rey de la Z