OPINIÓN de Samuel Schmidt Al pueblo pan y circo, pero el pueblo no tiene pan, entonces que coman pasteles. La frase no va exactamente de esa manera. Los romanos crearon la frase y se ocuparon muy bien de darle circo a su sociedad, aunque el circo consistió en poner a pelear a los esclavos y deshacerse de los “indeseables” entre los que iban cristianos; mientras que María Antonieta, totalmente cegada ante la crisis que vivía Francia y rodeada del boato y exceso de la corte, creía que el pueblo tendría a su disposición los pasteles (brioches) de los que ella gozaba cuando le dijeron que no tenían pan. Tal vez habría que retrabajar el concepto: la carencia de pan por el pueblo no afecta las viandas de los poderosos y el circo le sirve a todos; a los jodidos los entretiene y puede distraer un poco de la condición miserable que viven cotidianamente, mientras que a los poderosos les tapa la vista desagradable de la ruina que han creado. Y si, no solo de pan vive el hombre, y la mujer, tam