José Saramago 14-11-2008 Esta tarde he oído hablar a José Luis Sampedro, economista, escritor, y, sobre todo, sabio, sabio con esa sabiduría que no viene dada con la edad, aunque ésta pueda ayudar algo, pues es consecuencia de la reflexión como forma de vida. Le preguntaban en televisión por la crisis del 29, que él vivió de niño, pero que luego estudió bien de catedrático. Ha dado respuestas inteligentes que los interesados en comprender lo que ocurre encontrarán en sus libros, tánto ha escrito José Luis, o rastreando el reportaje en la red, pero una pregunta que él mismo ha realizado, sin retórica, sin que mediara el periodista, se me ha quedado grabada. Nos preguntaba el maestro, también a él mismo, cómo se explica que haya aflorado tan rápidamente el dinero para rescatar los bancos y, sin necesidad de calificativos, si ese dinero habría aparecido con la misma rapidez de haberse solicitado para solucionar una emergencia en África, o para combatir el sida… No era necesario