OPINIÓN de Daniela Saidman. - Tiempo de otros tiempos, otros horizontes y los mismos sueños. Cargamos en las alforjas el resplandor del mundo. Brillan en los ojos las estrellas que miraron otros cielos, que alumbraron otras noches. Ese es el sabor de la poética de José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 30 de junio de 1939 - 26 de enero de 2014), galardonado con el Premio Cervantes de Literatura 2010, que se otorga en el marco del Día Internacional del Libro y del Idioma. En sus versos habitan todas las voces de México, todas las voces de la América Nuestra, y estallan en él los ecos. Pacheco, fabulador del tiempo, escribe desde el amor y la fe hacia el poder de la palabra. En su obra de décadas convergen todas las formas de la poesía, desde el epigrama y el haikú hasta el extenso poema que lleva el acento de todas las humanas pasiones, la violencia, la tragedia, la fugacidad, el amor, el roce, la maravilla de decir y decirnos la vida. Testigo del siglo XX, centuria conmovida de gu