Por Blanca María Martínez El pasado 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua, una efeméride que pretende concienciar sobre la importancia y necesidad de hacer un uso racional y sostenible del líquido elemento si queremos que la vida siga desarrollándose en la Tierra. Y es que, aunque se la conozca como “el planeta azul” por la abundante presencia de agua en la misma, en realidad se trata de un bien muy escaso, ya que el agua dulce, esa que podemos aprovechar de manera directa los seres humanos, representa menos del 3% del total del agua de nuestro planeta. Además tampoco es tan fácil acceder a las reservas de agua dulce, ya que aproximadamente el 66% está congelada en glaciares y casquetes polares, un 30% son aguas subterráneas y solo un 4% la encontramos en ríos y lagos. Y este año las protagonistas del Día Mundial del Agua han sido las aguas subterráneas, buscando “hacer visible lo invisible”. Foto: Michael Behrens / Unsplash Las aguas subterráneas siempre han sido las más