Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como ANA CUEVAS

La "mala folla"

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .- Con frecuencia cuesta creer que estamos en el s. XXI. Sobre todo si eres mujer. En países "menos civilizados" que el nuestro las mujeres son cosificadas. Carecen de derechos humanos elementales. Son mutiladas genitalmente, lapidadas, azotadas, ejecutadas, violadas, prostituidas desde la niñez, vendidas como mercancía cárnica, explotadas sexual y laboralmente... 

La cloaca

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .- Iñaki Gabilondo describe en su video-blog la actualidad corrupta de nuestra política como un hedor indescriptible que se agarra a los cerebros y que impide pensar con claridad sobre los acontecimientos. Algo así como una cloaca cuya pestilencia tiene narcotizada a la sociedad. Y es que no hay día que no amanezcamos con un nuevo escándalo, o se reavive uno antiguo, para estupefacción saturada de la ciudadanía. 

Pienso, luego... molesto

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .- “Pensar trae consecuencias. Su ejercicio no ha sido una actividad bien vista . Hoy está en peligro de extinción. Resulta significativo que entre los crímenes de lesa humanidad figura la persecución ideológica y política”. (Marcos Roitman)

Un otoño al rojo vivo

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .- El cambio climático nos regala 44 grados en septiembre a ver si lo pillamos de una vez: ¡nos vamos a la mierda!. Eso sí, cocidos a fuego lento como alubias. Y si la temperatura está que arde, la política carpetovetona no es para menos. Nos aguarda un otoño al rojo vivo en los juzgados que tendrá en el punto de mira al PP. Pero también al PSOE. Y todo salpicado por otra campaña electoral en la que nadie se fía de nadie y se vuelven a bloquear las posibles coaliciones. ¿Cuál puede ser el problema?

O Mariano o el caos

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual.-  Mariano Rajoy pasará a los anales de nuestra historia como el primer presidente en democracia que fracasa en su investidura. Pero a pesar de que se ha puesto de manifiesto que nadie, excepto su cuchipandi, quiere que Rajoy repita legislatura, él sigue agarrado a su poltrona como una garrapata. Mariano-Gollum se empecina en que la presidencia es suya y solo suya. Y no le sale de los bemoles dimitir como haría cualquier persona medio decente.

Cuerpo triste

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - He pasado los últimos meses despistando mi dolor. Deambulando cual perrillo abandonado en la autopista. Indiferente al berlanguiano espectáculo de la política del que, cuando de forma tangencial he sabido algo, me ha hecho sentir como una espectadora obligada a ver representada la misma comedia bufa y mala hasta el final de sus días. Puede ser que mi corazón ande más cínico que de costumbre y una nube existencial me cubra como una manta de cuervos. Todos tenemos momentos que marcan un antes y un después. Un punto de inflexión que pone patas arriba tus entrañas.

Oligofrénicos

OPINIÓN de Ana Cuevas .- Se conoce como oligofrenia a una deficiencia de tipo intelectual que etimológicamente tiene su origen en un vocablo griego que significa "poca mente". Los nazis pretendían aniquilar a todo ser que no encajara en los cañones de lo que consideraban la súper raza. Había que eliminar a los renglones torcidos. Judíos, enfermos mentales, homosexuales, enanos, minusválidos... eran catalogados como seres inferiores cuyo exterminio garantizaría la pureza del pueblo ario. Una selección genética que se practicaba en las cámaras de gas y que produjo la muerte de millones de inocentes.

Crónicas cavernícolas

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - Ignoro si a ustedes les sucede algo parecido pero, tras leer las noticias, hay días que una piensa que ha caído en un agujero negro que le lleva directa al paleolítico (con una parada para hacer pis en el medioevo). Al margen del ruido de sables mellados de la política nacional, nos topamos con otras pinceladas grotescas que dibujan una España rancia, asalvajada y de encefalograma plano. Por un lado, el obispo de Valencia hace un llamamiento a los católicos para no permanecer inertes ante el avance del imperio gay y el feminismo. 

Yo me tiro al monte

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .- ¡Si es que es verdad! Los trabajadores españoles somos unos malcriados que solicitamos privilegios propios del siglo diecinueve. Como el de tener un trabajo fijo y seguro, como los de entonces. (aunque se tratara de doce horas diarias picando en la mina con agua hasta la cintura por el salario del hambre). Las condiciones laborales eran una mierda pero, ¡oye! que te podía durar toda la vida. Sobre todo considerando que pocos llegaban a viejos. Más aún si te metías en sindicalismos. Por lo que sea, los que reclamaban derechos laborales, eran propensos a tener una muerte prematura.

¡Yo quiero ser santa, yo quiero ser beataaa...!

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .- Hasta los catorce años estudié en un colegio de monjas. Las hermanitas aprovechaban cualquier ocasión para hacer proselitismo y captar nuevas vocaciones. Uno de los métodos más recurrentes era relatarnos las heroicas vidas de los santos. Recuerdo sobre todo el derroche de detalles morbosos y extremadamente cruentos con los que solían aderezar la historia. Ante las dilatadas pupilas de niñas de siete años se mostraba un despliegue de gente achicharrada vuelta y vuelta a la parrilla, mujeres a las que se les cortaba los pechos o niñas que se auto-inmolaban por defender su fe o su virtud. He de añadir que, con frecuencia, las monjitas gustaban de hacer hincapié en los aspectos más gores y sus caras reflejaban un extraño estado de éxtasis. Pero eso mejor lo dejamos para Freud.

Quemar la manta

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - A pesar de los escándalos de toda índole que se destapan en estos días, el ciudadano de a pie se queda con la inquietante sensación de que solo nos enteramos de la punta de un monumental iceberg. Aquí nada ni nadie es lo que parece. Un ex-presidente de la nación que defrauda a la Hacienda pública, involuntariamente, pese a sus antecedentes como inspector fiscal. Un respetable ex-ministro que cuenta cien versiones diferentes de cuentos panameños para justificar su distraída firma en documentos comprometedores que asegura no haber leído. ¡Hay que leer más! Sobre todo las cositas que firmamos, que luego pasa lo que pasa. 

El "fregao" de Panamá

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .- Cada día van apareciendo nuevos actores en la tragicomedia "Al Panamá-má yo me voy, voy, cuando quiero defraudar..." Sorprendentemente, entre los patriotas que brotan de los offshores del paraíso fiscal, todavía no ha salido el nombre de ninguna fregona o pescatera. Es lógico. Como decía Mario Conde desde su tribuna ética de Intereconomía, hace falta ser hortera para no tener una cuenta en Suiza. O en Panamá.

Je suis Zahra

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - Según dice la ONU y el propio papa Francisco estamos viviendo la tercera guerra mundial. Estoy de acuerdo. Millones de seres humanos sufren en sus carnes la violencia de unos estados más interesado en controlar posiciones geo-estratégicas que en preservar del horror la vida de los ciudadanos. El zarpazo terrorista también alcanza nuestra zona de confort occidental. Esa atalaya desde la que observábamos la injusticia y el abuso que se ejerce sobre gran parte del planeta ya no es invulnerable. Si antes bastaba con cubrirnos con un impermeable virtual para evitar que nos afectaran las salpicaduras de sangre de otras etnias y nacionalidades, ahora es nuestra propia sangre la que mana a causa del odio y la sinrazón del terrorismo. "Je suis Charlie", "Je suis Bruselas", repiten las buenas gentes europeas. Pero pocos entiende que "Nous sommes Pakistan, Siria, Yemen o NIgeria". Que las víctimas que este sucio conflicto produce a di

El honor de ser fregona

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual.-  Se puede decir más alto pero no más claro. Al final, cada cual es cada quién, y saca lo que lleva dentro como puede. Es el caso del concejal del PP Oscar Belmán Boldú que, refiriéndose a la alcaldesa de Barcelona, esputó la podredumbre que alberga su cerebro con la siguiente afirmación: " En una sociedad sana y seria, Ada Colau se dedicaría a fregar suelos". Pues claro que sí amigo. En una sociedad sana y seria, como esa España franquista que usted rememora comparándola con una Arcadia feliz, una pelada como la Colau estaría de rodillas, puliendo los suelos de su santa madre a cambio de un puñado de garbanzos.

La ternura de los pueblos

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - "No quiero pasar el tiempo que me queda jugando a las cartas o a la petanca. Quiero contribuir a la lucha para recuperar los derechos perdidos para nuestros hijos y nietos. Aportar mi experiencia para conseguir un futuro mejor para las generaciones venideras"

Matar a un ruiseñor

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual .-Soraya era una joven de 37 años, trabajadora y madre de un niño pequeño, dueña de una sonrisa que irradiaba luz a su alrededor. Como casi todo el mundo, Soraya buscaba amar y ser amada. Pero se topó con un psicópata que confundía el amor con la posesión y el sometimiento. Le bastaron unas pocas semanas para detectar en él comportamientos alarmantes y decidió romper la relación. Es lo que todo el mundo nos dice que debemos hacer cuando nuestra pareja desarrolla unas características similares. Y ella lo hizo. La reacción del individuo fue una explosión de ira y frustración que le condujo a mantener a Soraya y a su hijo secuestrados a punta de pistola durante seis angustiosas horas. "Voy a mandar a tu madre a un sitio del que jamás podrá regresar"- Sentenció el agresor dirigiéndose al niño de seis años. Nos dicen que debemos denunciar hechos parecidos y pedir protección. Y ella lo hizo. Unos días más tarde Soraya fue asesinada a tiros en su puesto

El sueño de una sombra

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual.- Aquel 23 de febrero de mi adolescencia preparaba un examen de griego del que debía rendir cuentas al día siguiente. La música de una vieja radio me hacía compañía mientras intentaba traducir un texto del poeta Píndaro: "σκιᾶς ὄναρ ἄνθρωπος". (El hombre es el sueño de una sombra). Cómo intuir que la sombra que se estaba proyectando en nuestro país aquel día se podría alargar durante tantas décadas rehuyendo la claridad, escondiendo sus oscuros orígenes, dejando una yaga abierta en la sociedad que perdura todavía. No, no tenía ni idea de lo que estaba pasando ni tampoco podía dilucidar la gravedad del asunto. De repente, una marcha militar invadió mi alcoba. Intenté buscar otra emisora. La misma cantinela en todos los diales. Sonó el teléfono y una de mis hermanas mayores me explicó lo que estaba sucediendo. Un golpe de estado. Nuestra joven democracia, también en los albores de la pubertad, estaba siendo secuestrada a golpe de tanque y de pis

...Y ahora empieza el tiroteo

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - Aquí, en Españistán, las cosas siempre dependen del color del prisma con el que se mira. El problema es que el prisma es azulón y no distingue matices. Por ejemplo: Puedes ir a la cárcel por un teatro de títeres o por ejercer el legítimo derecho a la huelga porque las retículas de los gerifaltes se contraen con los destellos rojizos que emanan de los insurgentes. Pero, ¡ay amigo! si de lo que hablamos es del saqueo sistemático del país por parte del partido más votado la cuestión se pone azul tortilla y sus actos delictivos adquieren una tonalidad apastelada que suaviza las fechorías perpetradas. Dice don Mariano que el objetivo nacional es la lucha contra la corrupción. Pero no especifica de qué nación habla. Desde luego, no ha de ser la nuestra. Ni tampoco se refiere a su partido donde ha quedado bien probado que son mucho y muy corruptos. Bueno, al menos ellos no usan moñigotes para blanquear dinero público ni financiar ilegalmente esas sedes que se

El Tragachicos

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual. - Cuando era niña mi padre me llevó al "Tragachicos". Se trataba de una atracción que se montaba en Zaragoza para la fiestas del Pilar. Un gigantesco baturro por cuya boca era engullida la chiquillería y del que, tras deslizarse por un tobogán que estaba dentro de su estructura, salían alborozados los pequeños valientes que no temían atravesar las tripas del titán con cachirulo. Pese a que mi progenitor insistía en la inocuidad del artefacto y en la diversión que me perdía, nunca consentí en aventurarme a viajar por su interior. ¿Y si decidía no expulsarme? ¿Qué pasaría si me quedaba atrapada ahí adentro para siempre? ¿Me buscaría mi familia en sus entrañas? Y aunque lo hicieran, ¿lograrían encontrarme o asumirían mi desaparición como quién pierde un paraguas en un día soleado? Por si las moscas, me negué tozudamente a hacer la prueba ignorando las garantías de que nunca había sucedido tal cosa. Pero, en mi caso, nada ni nadie me obligaba a p

Si yo tuviera una escoba...

OPINIÓN de Ana Cuevas Pascual.-  Manuela se levantó, como cada día, a las cinco de la mañana. Su rutina laboral consiste en fregar y pulir patios y escaleras de diversas comunidades de vecinos. La empresa para la que trabaja le manda que realice sus tareas en lugares bien distantes entre sí. El tiempo que emplea en los desplazamientos no está remunerado. Una jornada de ocho horas acaba convirtiéndose en doce o más. Los tiempos para desempeñar el trabajo están minimizados pero la exigencia es máxima. Todo debe quedar reluciente. Si hay quejas, Manuela podría perder su puesto de trabajo. Algo que no puede permitirse con un marido parado desde hace cinco años y tres churumbeles que tienen la mala costumbre de comer todos los días. Su sueldo apenas alcanza los ochocientos euros mensuales. Ahora podría ser incluso mucho menor. El convenio de limpieza de edificios y locales de Aragón ha decaído y las empresas tienen la prerrogativa de ceñirse al Estatuto de los Trabajadores. Poco más de s




">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL