Hace 100 años exactos, un grupo de artistas desconcertó a Brasil con sus inusitadas obras que pretendían romper con el arte tradicional. Era el 13 de febrero de 1922 y apenas arrancaba la Semana de Arte Moderno, hoy considerada un marco de la cultura brasileña y que inauguraría una nueva era. "La Semana de 22 fue un acontecimiento que, más que traer impactos inmediatos, reverbera a lo largo de los años. Lo que sucede después de la Semana es mucho más significativo que aquellos días per se", explica en una entrevista con Efe Andrea Caruso, directora del icónico Theatro Municipal de Sao Paulo, que hace un siglo fue el escenario del festival.