Tensión a las puertas de la Corte de Constitucionalidad en Ciudad de Guatemala. Allí se congregaron el lunes cientos de personas convocadas por colectivos indígenas y organizaciones de la sociedad civil para exigir la celebración de una consulta popular sobre la continuidad de la polémica mina de níquel que explota una compañía ruso-suiza en el Estor, en el noreste del país. Los indígenas, muchos de los cuales viven de la pesca, afirman que contamina y envenena las aguas del lago de Izabal. El presidente guatemalteco decretó el estado de sitio en el municipio del Estor el pasado domingo tras días de enfrentamientos con las fuerzas del orden que dejaron varios heridos. Casi un millar de soldados y policías patrullan por sus calles desde entonces, una presencia que entorpece el diálogo: - "Desde cualquier punto de vista, un diálogo libre nunca podría ser posible si hay un alto número de elementos de la Policía Nacional detrás. Y encima, desde el día 23, acompañados por el Ejército d