OPINIÓN de Mauricio Castaño H. , Colombia.- En Colombia la justicia además de cojear parece fungida por gangsters. Es ya costumbre que altos dignatarios como el comisionado de paz, antes llamado el siquiatra de la ternura Luis Carlos Restrepo, el ex ministro de agricultura Andrés Felipe Arias, la ex directora del entonces departamento administrativo de seguridad (Das) María del Pilar Hurtado, terminaran huyendo del país evadiendo la justicia, no quisieron pagar por asesinatos, ni corrupción, ni por proteger a delincuentes narcotraficantes y paramilitares. Arguyen no confiar en la justicia que imparten, según ellos, sus adversarios políticos. Pasan por alto las instituciones, ayer aquellos, hoy estos. Ahora se edita un nuevo episodio propio del mundo gangsteriano. El hijo de un togado, el presidente de la alta corte de justicia en Colombia Luis Gabriel Miranda , presta su camioneta oficial blindada para que su hijo vaya de farra con su novia, en vía oscura aparcan, la policía se per