OPINIÓN de Eduardo Madroñal Las muertes relacionadas con el COVID-19 en Estados Unidos superan ya las 555.000 (a la hora de redactar el artículo) y las cifras tienden a aumentar. Se han perdido más vidas estadounidenses en esta pandemia que en los combates de la Primera y la Segunda Guerra Mundial juntas. Pero en la superpotencia estadounidense, única realmente existente, no solamente se está desarrollando una pandemia sanitaria. En el actual país más poderoso, con sus características sociales de capitalismo monopolista, también se está produciendo una pandemia social, una pandemia de clase en la sociedad. Un estudio de la Universidad de California en San Diego, ha dado a conocer que los trabajadores esenciales -que en su mayoría son inmigrantes, hispanos y negros- han sufrido más contagios y más fallecimientos. El estudio demuestra que la mayor mortalidad que sufren estaría asociada estadísticamente con ciertas condiciones sociales de la salud, como no hablar inglés y vivir en pobrez