OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave Ayer nos solidarizamos con el amigo y reconocido colega, Joaquín López-Doriga, ahora es necesario plantear varias aristas que no caben en un periodismo serio, al señalar supuestas aportaciones del narcotráfico para apoyar la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador de 2006. Además, lo más grave de la publicación inicial, es que citan a fuentes anónimas de la Administración de Control de Drogas, DEA por sus siglas en inglés, mismas que además, reconocen que no es posible establecer que el actual mandatario mexicano sabía del presunto financiamiento ilícito. El problema se dimensiona con el propósito de la nota de origen, la multiplicación de la misma, Si esta información la tenían desde el 2006, ¿porqué se esperaron 18 años para darla a conocer? Primero, porque este año es electoral en nuestro nación, como se ha dicho son las elecciones más amplias del país en su historia, y segundo porque los agentes de la DEA no le perdonan a López Obrad