OPINIÓN de Antonio Hermosa .- ¿Cuántos individuos deben morir antes de que la comunidad internacional intervenga en Siria? Por el momento, la cosa va bien : los muertos aún no cuadruplican los veinte mil con los que papá Hasad, el tirano inaugurador de la dinastía, dejó imborrable huella en Hama, y eso que el conflicto acaba de cumplir los dos años; pero ya queda menos. Los desplazados, eso sí, son algunos más: dos millones y medio, y los refugiados rondan el millón. Ningún motivo para intervenir, se dice, no vaya la presencia internacional a complicar la cosa y sacarla de sus casillas nacionales. Como si el millón de refugiados no hubiera esparcido ya la guerra más allá de las fronteras sirias o como si la presencia permanente de Irán, Rusia (y China) en el bando legitimista , o de Qatar, Arabia Saudí, Turquía o incluso Al Qaeda, sin excluir a los inevitables instructores estadounidenses, al lado de los rebeldes, no hubiera internacionalizado ya lo bastante el conflicto. C