OPINIÓN de Joan del Alcàzar. - No, no ha sido un buen año 2017. Han seguido muriendo mujeres a manos de homínidos que tienen los testículos en el cráneo; han seguido muriendo migrantes que huían de las guerras, de las hambrunas o de la esclavitud; hemos visto cómo se ha apretado la mordaza sobre libertades básicas que la cacareada Constitución reconoce; hemos continuado con la devaluación interna por la vía de los salarios y la precariedad; hemos interiorizado que miles de nuestros jóvenes han de huir lejos a buscar lo que no encuentran aquí, y eso nos ha empobrecido en todos los planos; hemos seguido con los recortes presupuestarios en todo aquello que da contenido a la obligación redistributiva del Estado; hemos asumido que el umbral de la pobreza está por encima de la raya económica de millares de hogares; hemos dejado fuera de plano la corrupción sistémica de un partido, el que capitanea M. Rajoy, pese a que cada vez se eleva más la cifra de lo robado; hemos asistido impasibles a l