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Joan Coscubiela como Gary Cooper, solo ante el peligro

OPINI脫N de Joan del Alc脿zar.- Muy mal est谩 la situaci贸n de Catalu帽a. Es evidente que la polarizaci贸n y la crispaci贸n son crecientes. Los diarios catalanes hablaban de la borrascosa sesi贸n en la que fue aprobada la Ley del Refer茅ndum. El editorial de La Vanguardia, bajo el t铆tulo Crisis de Estado, afirmaba "Tensa, confusa y convulsa, la sesi贸n parlamentaria fue un reflejo claro de la divisi贸n pol铆tica y social que suscita la aventura que han decidido emprender los independentistas"; El Peri贸dico de Catalu帽a, a su vez, con el t铆tulo La consumaci贸n de un fracaso, afirmaba: "La consulta est谩 supuestamente amparada por una ley aprobada despu茅s de violentar las normas del Parlament en un proceso carente de elementales garant铆as democr谩ticas y en el que se excluy贸 a la mitad del hemiciclo "; el diario digital Ara.Cat, aunque desde otra 贸ptica, apuntaba: "La de ayer fue una sesi贸n triste por los reproches de falta de garant铆as de la oposici贸n y el posicionamiento del Consejo de Garant铆as Estatutarias, que dej贸 claro un谩nimemente el derecho de los diputados a pedirle dict谩menes antes de la votaci贸n aunque su opini贸n no sea vinculante. La ficci贸n pol铆tica que aseguraba que se pod铆a convocar a los catalanes a votar sin forzar los procedimientos se ha acabado, y nadie, a estas alturas, se puede sorprender ".

El Ara, claro, explicaba que no se pod铆a haber hecho otra cosa: "La forma no ha sido la deseada por nadie, como reconocieron desde JxS铆. Pero ¿cu谩l era la alternativa? Desde la sentencia del TC no hay propuesta para Catalu帽a m谩s all谩 de la disoluci贸n dentro de la uniformidad y la unicidad de Espa帽a". El Peri贸dico pronosticaba: "Las consecuencias son imprevisibles, ya que es desconocida la situaci贸n en que la irresponsabilidad, el frentismo, el radicalismo y el inmovilismo de unos y otros han llevado a Catalu帽a". Mientras tanto, La Vanguardia sentenciaba en su editorial: "Los acontecimientos de ayer da帽an la institucionalidad catalana, dejan a la intemperie a la mitad de la sociedad, debilitan la causa de Catalu帽a en los debates p煤blicos, empa帽an la imagen del pa铆s en Europa y debilitan el mismo independentismo. Este no es el camino".

Es dif铆cil no coincidir con la afirmaci贸n final: este no es el camino, no puede ser el camino. Podemos discutir cu谩l debe ser la senda, pero resulta evidente que no es aquella por la que se avanza ahora.

Una de las intervenciones m谩s notables de todo el debate en el Parlament de Catalu帽a, sino la que m谩s, fue la de Joan Coscubiela, portavoz de la coalici贸n Catalu帽a S铆 Que Es Pot (CSQEP), quien dijo que se hab铆an vivido en aquel Parlament 48 horas negras en las que la mayor铆a no hab铆a conseguido m谩s que aprobar una ley que sit煤a a Catalu帽a en el terreno de la pol铆tica ficci贸n.

A Coscubiela le han llovido cr铆ticas, descalificaciones, desprecios e insultos a mansalva. Todos los que se sintieron desnudos por sus cr铆ticas al procedimiento parlamentario y por las preguntas sin respuesta al desarrollo de la Ley del Refer茅ndum han cargado contra el diputado, olvidando no s贸lo que 茅l mismo se defini贸 como soberanista, sino haciendo caso omiso de su curr铆culum antifranquista y catalanista acreditado por m谩s de cuatro d茅cadas.

No son pocos los que se han sentido representados por Joan Coscubiela, quien al terminar su segunda intervenci贸n recibi贸 los aplausos de los diputados de la oposici贸n puestos de pie. Es extraordinaria la situaci贸n pol铆tica actual en Catalu帽a: los independentistas hacen sangre al diputado de CSQEP porque le aplaudieron los del PP. De las palmas de Ciudadanos y del PSOE no hace falta que hablemos, pero que la cosa relevante sea que Garc铆a Albiol y los suyos aplaudieran a Coscubiela es ciertamente algo notable. Este les hab铆a dicho poco y bueno, hab铆a hablado de la bunquerizaci贸n del PP, de la utilizaci贸n de las cloacas del Estado, de apostar 煤nicamente por la represi贸n renunciando a la pol铆tica, de ser el partido de la mordaza y los herederos de Manuel Fraga ("La calle es m铆a"), y as铆 y todo lo vitorearon al grito de de-mo-cra-cia, de-mo-cra-cia. Para sorpresa de propios y extra帽os, lo que el independentismo ha puesto de relieve, aquello en lo que ha hecho 茅nfasis, no es en la poca verg眉enza de los diputados del PP al aplaudir a Coscubiela, sino el pecado de 茅ste por... dejarse aplaudir por aquellos a los que hab铆a denunciado sin miramientos.

Al parecer, lo que interesa es tensar la situaci贸n al m谩ximo desde las emociones, renunciando a la racionalidad. Los ataques a Coscubiela, la descalificaci贸n y la deslegitimaci贸n de la persona y de sus argumentos son el resultado del proceso que estamos sufriendo. La emocr脿cia como paradigma de la realidad pol铆tica, la emocr脿cia de las emociones primarias, que todo hay que decirlo.

No importa que Coscubiela dejara claro que el pacto social y pol铆tico de 1978 est谩 agotad铆simo, ni que lamentar谩 que se haya perdido en 48 horas negras la autoridad moral de la defensa de las urnas. No importa que afirmara la legitimidad del independentismo y del objetivo de construir la Rep煤blica Catalana. Lo que se le reprocha al diputado, aquello por lo que se le insulta es porque mostr贸 la desnudez de los responsables pol铆ticos del Proceso.

Como sabemos, hacer una ley es cosa f谩cil dado que s贸lo hay que tener los votos necesarios en el Parlamento. Pero, ¿y aplicarla, hacerla efectiva sin la capacidad para hacerla obedecer? Esto, ya lo hemos dicho, es entrar en el terreno de la pol铆tica ficci贸n.

La Ley aprobada prev茅 que, una vez independientes, Catalu帽a pactar谩 con Espa帽a muchas cosas. Por ejemplo, apuntaba Coscubiela, la doble nacionalidad, la soberan铆a terrestre y mar铆tima, la soberan铆a tributaria, el sistema de cotizaci贸n a la Seguridad Social, etc., etc., etc. C贸mo pactar谩n esto con quien no ha querido llegar a un acuerdo ni con la realizaci贸n de un refer茅ndum, preguntaba el diputado al presidente Puigdemont. ¿C贸mo va a resolverse el problema de las pensiones sin disponer ni siquiera de las bases de datos de la Seguridad Social? Es leg铆timo luchar por la independencia, pero no lo es enga帽ar a la gente. Esto no es leg铆timo, concluy贸 el diputado de CSQEP.

Existen Indicadores de que muchos ciudadanos est谩n en sinton铆a con la intervenci贸n de Joan Coscubiela, y tambi茅n de que otros est谩n en sus ant铆podas, muchos de los cuales desconocen u olvidan el curr铆culo pol铆tico del caballero y su compromiso con la izquierda catalanista desde siempre. Convendr铆a que quienes lo descalifican mostraran un poquito de respeto por el diputado y por aquellos que coinciden con 茅l. Es incorrecto entender que la realidad es binaria. No estar a favor de la independencia es compatible con exigir la realizaci贸n de un refer茅ndum de acuerdo con los criterios internacionales definidos por la Comisi贸n de Venecia. Estar a favor de la convocatoria de un refer茅ndum no significa estar a favor de cualquier refer茅ndum. No estar a favor de la independencia no es igual a ser nacionalista espa帽ol, ni facha, ni botifler, ni lerrouxista, ni traidor a las leg铆timas aspiraciones pol铆ticas aunque rebasen los marcos legales actuales. Los distintos actores pol铆ticos -y tambi茅n la ciudadan铆a en general- deber铆an abandonar el emocr脿cia y abrir de par en par las puertas del di谩logo, del debate y del pacto. Convencidos, eso s铆, que la situaci贸n no se resolver谩 en un plazo breve.

Como dijo Coscubiela, convendr铆a no olvidar que es el PP, con Mariano Rajoy al frente, el m谩ximo responsable de la situaci贸n de una crisis de Estado como no hemos conocido desde febrero de 1981. De una crisis de la que no se podr谩 salir con antagonismos irreconciliables, como tampoco con judicializaci贸n extrema y actuaciones policiales. Tarde o temprano habr谩 que razonar y pactar, pero mientras tanto convendr铆a entender que Joan Coscubiela no es el enemigo para nadie -quiz谩 el adversario- que algunos han dibujado; es un hombre cargado de cordura que cumpli贸 con su obligaci贸n como parlamentario honesto, y que aport贸 al debate las reflexiones y las preguntas que consider贸. Desgraciadamente, recordaba a Gary Cooper en Solo ante el peligro (High Noon, 1952).

La actual mayor铆a parlamentaria prefiri贸 no responderlas, y sus hooligans se han dedicado a atacar sin piedad el inc贸modo diputado de CSQEP, que recibi贸 fuego amigo tambi茅n desde sus propias filas. Mal vamos.




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