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Los trenes chocaron violentamente en el kil贸metro 155

OPINI脫N de Joan del Alc脿zar.- El Consejo de ministros presidido por Mariano Rajoy ha puesto en marcha la aplicaci贸n del art铆culo 155 de la Constituci贸n para abortar –ha afirmado- la amenaza de secesi贸n catalana. Contrariamente a lo que se anunciaba, lo que el Gobierno de Madrid ha propuesto al Senado es, como titula el Peri贸dico de Catalunya, un hachazo al autogobierno de los catalanes. Efectivamente, Rajoy y su gobierno han optado por la versi贸n m谩s dura y traum谩tica del lamentable art铆culo 155.

Es estupor, incredulidad, rabia y miedo lo que se puede encontrar en la prensa de hoy. Esther Vera habla en el diario Ara, con raz贸n, de la Espa帽a tenebrosa y de un nacionalismo espa帽ol que sustenta el horrible la-mat茅-por-que-era-m铆a. Joan Coscubiela, por su parte, un hombre sensato y nada sospechoso de fanatismo secesionista, ha dicho que el Gobierno de Madrid ha decretado la suspensi贸n del autogobierno, la intervenci贸n de la Generalitat y la vulneraci贸n de las libertades. Ah铆 es nada.

¿Qui茅n podr谩 desmentirlo? Desde la tristeza y la impotencia que causa el desarrollo de los hechos de ayer, una reflexi贸n de urgencia permite augurar que no estamos exclusivamente ante una operaci贸n contra el independentismo catal谩n, sino que m谩s bien la actuaci贸n de Rajoy y los suyos -alerta, con el apoyo de Ciudadanos y de un PSOE a la deriva-, anuncia una pol铆tica de recentralizaci贸n autoritaria para Espa帽a, un deseo de erradicar cualquier expresi贸n pol铆tica de la tozuda realidad plurinacional de este Estado.

Rajoy se ha asegurado el apoyo del PSOE de Pedro S谩nchez, quien est谩 perdiendo a chorros el capital pol铆tico acumulado con las primarias, hasta el punto que muchos nos preguntamos qu茅 m谩s hubiera hecho Susana D铆az si ella hubiera vencido. Con el entusiasmado espa帽olismo de Ciudadanos, con Albert Rivera exigiendo a Rajoy –como Aznar- mano dura con los separatistas, S谩nchez se ha puesto en primera posici贸n de saludo a la espera de lo que decrete el Gobierno. Dec铆an [脕balos, Calvo] que ellos eran garantes de que ser铆a un 155 casi superficial, indoloro. Que Santa Luc铆a les conserve la vista y la capacidad prospectiva. O Rajoy los enga帽贸 como a chinos de chiste, o ha habido una revuelta palaciega en Ferraz, una vez m谩s.

El PSOE de Pedro S谩nchez amenaza ruina en Catalu帽a, tanto m谩s porque a Iceta no le dan respiro en Ferraz, y la deriva de la casa central de Madrid deja al PSC a los pies de los caballos. Alcaldes del partido catal谩n le han pedido a Iceta que se desmarque. La dimisi贸n de Nuria Parl贸n de la ejecutiva de S谩nchez es una expresi贸n n铆tida de la desconexi贸n socialista desde Catalu帽a. El PSOE no tiene discurso propio sobre la crisis catalana para Espa帽a, se ata de pies y manos al llamado bloque constitucionalista, e impone que el PSC tampoco lo tenga para Catalu帽a.

M谩s all谩 de la gravedad de la coyuntura que vivimos, ¿cu谩l es la estrategia socialista? ¿Se cree verdaderamente en el PSOE de Ferraz que pueden ser partido de gobierno en Espa帽a siendo irrelevantes en Catalu帽a? Eso lo puede conseguir el PP, pero para el PSOE ser铆a un objetivo inalcanzable. Peor, imposible. Nota al margen: ¿entiende el PSOE que al sumarse a ese bloque llamado constitucionalista, autom谩ticamente, sit煤a al margen de la Constituci贸n a todos aquellos ciudadanos –ex votantes o potenciales votantes suyos- que no participan de la deriva tan torpe como inaceptablemente autoritaria desarrollada por Rajoy? Esto tendr谩 consecuencias muy negativas en diversos planos de la realidad pol铆tica espa帽ola, y los socialistas pueden pagarlo muy caro. Pero no solo ellos, toda la izquierda hispana.

Rivera ha rebasado a Rajoy por su derecha, hasta el punto que en futuras elecciones el voto netamente espa帽olista, el pol铆ticamente m谩s primario, se lo disputar谩n entre ellos, por lo que al PSOE –en materia patriotera- no le quedar谩 m谩s que el voto de sus adictos incorruptos. Un balance que no solo puede diezmarlo, sino que puede afianzar en el poder durante muchos a帽os a la derecha m谩s reaccionaria y castiza.

Puigdemont, por su parte, debiera reconsiderar su posici贸n, pero hay que reconocer que lo tiene muy dif铆cil. Ahora bien, no son pocos los que creen qu茅 est谩 obligado a hacerlo. El ataque a las instituciones catalanas decretado por Rajoy, previo tr谩mite en el Senado, refuerza al bloque soberanista pero no est谩 escrito que esa cohesi贸n pueda mantenerse por un tiempo largo. Es f谩cil encontrar hoy en d铆a testimonios de economistas independentistas que afirman haber evaluado mal los riesgos de una independencia no acordada con el Estado. ¿Es posible que se hayan dise帽ado escenarios econ贸micos y financieros dando por hecho que Madrid iba a decir am茅n a las exigencias del bloque soberanista? ¿Es posible que desde el puente de mando del independentismo no se hubiera contemplado, ni siquiera como hip贸tesis de trabajo, un escenario tan terrible como el que ayer nos anunciaron? ¿Se puede seguir ignorando el cierre de filas, m谩s o menos entusiasta de las grandes potencias internacionales con Rajoy?

Enric Juliana sosten铆a antes del golpe dur铆simo de ayer que el 煤nico horizonte posible, la 煤nica soluci贸n democr谩tica era ir a elecciones. Y se preguntaba si Puigdemont se dejar铆a arrebatar una de las grandes prerrogativas de su cargo, o dejar铆a que se las convocaran desde Madrid. Conclu铆a su an谩lisis apuntando que en los d铆as que quedan para que el Senado d茅 luz verde al 155 todav铆a se podr铆a salvar la situaci贸n si desde la Pla莽a de Sant Jaume se decidiera convocar a las urnas a los catalanes. Ahora Puigdemont ya sabe que han decidirlo despojarlo de esa potestad. Es por ello que tanto desde La Vanguardia como desde El Peri贸dico le piden, casi le ruegan, que sea 茅l quien convoque elecciones, que sea 茅l quien ponga las urnas.

Lo contrario, la aplicaci贸n de medidas extraordinarias de control y la humillaci贸n que ello implicar谩 para las instituciones de gobierno de Catalu帽a, abren un escenario temible igual que imprevisible. Imposiciones de la autoridad externa, resistencia activa y pasiva en la calle y en los organismos p煤blicos por parte de los funcionarios, actuaciones policiales, detenciones, registros, m谩s protestas, inseguridad jur铆dica, efectos econ贸micos indeseables, p茅sima imagen exterior tanto de Catalu帽a como de Espa帽a, etc., etc., etc. Un desastre de magnitudes incalculables a d铆a de hoy.

¿Resolver铆a el problema unas elecciones? No, resolver no resolver谩 un destrozo tan grande como el que tenemos, pero si permitir铆a conocer cu谩les son los apoyos reales de cada una de las opciones a prop贸sito de como redefinir las relaciones entre Espa帽a y Catalu帽a en la situaci贸n a la que hemos llegado. Seg煤n la encuesta publicada por el Peri贸dico de Catalunya, realizada tras el encarcelamiento de los l铆deres de la ANC y de 脫mnium y los anuncios de lo que podr铆a responder el Estado al secesionismo, dos de cada tres catalanes y la mitad de los independentistas rechazaban tanto la Declaraci贸n Unilateral de Independencia como la aplicaci贸n del art铆culo 155. Las elecciones, por tanto, convocadas por Puigdemont, ser铆an lo 煤nico que ahora se podr铆a hacer para evitar entrar en una fase que puede ser muy traum谩tica y dolorosa para todos.




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