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Tantas cosas como esconden y absuelven las banderas

OPINI脫N de Joan del Alc脿zar.- Los himnos y las banderas emocionan y alientan a quien las siente como representaci贸n tangible de una identificaci贸n con la tierra y con la gente de la que son y se sienten parte. Es, eso del patriotismo, un sentimiento que necesita una especie de ingenuidad juvenil para preservarlo indefinidamente.

Los himnos y las banderas, es cierto, permiten hacer expl铆cita y compartida esa adscripci贸n al grupo de aquellos que se sienten miembros de una comunidad. Sin embargo, c谩nticos y ense帽as han sido empleadas tanto para movilizar las energ铆as positivas del grupo como en beneficio de intereses bastardos. Los ejemplos que se pueden ofrecer de ambas posibilidades son infinitos, y la historia nos lo ha demostrado ampliamente.

Ahora, en nuestra actualidad m谩s pr贸xima, a ra铆z la crisis de Estado provocada por la situaci贸n en Catalu帽a, estamos asistiendo a un rosario de hechos y circunstancias en las que particularmente las banderas -y todo lo que pueden representar- est谩n utiliz谩ndose para esconder las miserias de quienes m谩s alarde hacen de patriotas. Tanto desde el amplio segmento de los votantes del PP como del de aquellos que se adscriben al independentismo est谩 evidenci谩ndose una extraordinaria indulgencia al valorar las actuaciones de sus representantes.

Hablando con claridad. Resulta llamativa la capacidad de los seguidores de Rajoy para aceptar la pandemia de corrupci贸n a todos los niveles del partido que comanda, del mismo modo que sorprende de manera extraordinaria la capacidad de los votantes independentistas para aceptar la incomprensible irresponsabilidad que ha evidenciado todo lo que ha convergido en la fallida DUI del 27 de septiembre. La 煤nica explicaci贸n posible es que unos y otros han conseguido envolverse en las respectivas banderas, y sus afines les han eximido de todos los pecados que han cometido.

El PP se ha financiado de manera ilegal y corrupta, y ha concurrido a las convocatorias electorales dopado con dinero delictivo. Cuenta con una amplia n贸mina de altos dirigentes en prisi贸n, en libertad condicional o pendientes de juicio. Adem谩s, acabamos de saber que tendr谩 que sentarse como partido en el banquillo por primera vez en la historia pol铆tica espa帽ola, bajo la acusaci贸n de destrucci贸n de pruebas judiciales. Por si no fuera suficiente, su m谩ximo dirigente, M. Rajoy ha recibido dineros ilegales e il铆citos, seg煤n concluy贸 la investigaci贸n de la Unidad Central Operativa [la UCO, el Servicio de Polic铆a Judicial de la Guardia Civil]. Pues bien, tanto el Partido Popular como su m谩ximo dirigente hacen alarde continuado ante la ciudadan铆a de ser los mejores custodios de la Constituci贸n y de la unidad de Espa帽a.

La proliferaci贸n de banderas en los balcones de los pueblos y ciudades espa帽olas indican, por supuesto, una identificaci贸n con esa misi贸n defensiva ante lo que explican como un ataque de los separatistas catalanes a ambas cosas defendidas y protegidas con tanto de celo por los de Rajoy. La pregunta es, entonces, ¿c贸mo hacen estas personas para disociar las actividades delictivas de las acciones de gobierno del propio Rajoy? ¿C贸mo lo hacen? ¿C贸mo es que no piden responsabilidades o, al menos, los abandonan electoralmente en masa? ¿C贸mo es que pueden continuar vot谩ndoles?

En las tierras de m谩s all谩 del Ebro, a su vez, estamos asistiendo estos 煤ltimos d铆as a un ejercicio que algunos llaman de autocr铆tica por parte de los dirigentes que pusieron en marcha el proceso hacia la independencia, en el que consiguieron movilizar de forma mod茅lica a millones de personas. Mod茅lica s铆, pero dejando de lado que otros millones de catalanes, palmo arriba palmo abajo respecto de los primeros, est谩n radicalmente en contra de la secesi贸n.

La aventura que algunos han calificado de irresponsabilidad may煤scula est谩, hoy por hoy, en sus horas m谩s bajas. Catalu帽a sufre tres crisis internas inimaginables hace no mucho tiempo. Una crisis econ贸mica determinada por una desconexi贸n inexplicable entre los dirigentes del Proceso y las 茅lites financieras y empresariales catalanas. Una crisis pol铆tica de incierta evoluci贸n en la que la antigua Convergencia, partido de gobierno durante d茅cadas [33 a帽os de los 煤ltimos 40], reconvertida en PDCat huyendo de su corrupci贸n sist茅mica, ahora ha decidido que no se presentar谩 a las elecciones, sino que lo har谩 de forma semi clandestina apoyando "la lista del Presidente". En las manos de 茅ste delega el hacer y el deshacer de poner y quitar nombres seg煤n le plazca, dejando de lado a los 贸rganos internos del partido. Finalmente, una crisis social que ha cuarteado la s贸lida convivencia en una sociedad mestiza [como todas las europeas occidentales] en la que el pacto era aquel de que era catal谩n el que viv铆a y trabajaba en Catalu帽a; una situaci贸n de fractura e incomunicaci贸n de la que no se pueden evaluar los da帽os todav铆a.

Los dirigentes soberanistas y los medios que les son fieles argumentan, como hac铆a un editorial del diario ARA, que "la aprobaci贸n de la declaraci贸n de independencia se hizo sabiendo que ser铆a un gesto meramente simb贸lico, como han admitido los miembros de la Mesa del Parlamento ante el juez, para la que no se dispon铆a de la fuerza coercitiva para implementar la Rep煤blica". La explicaci贸n de por qu茅 se dio un paso tan tremendo cuando se sab铆a imposible es, todav铆a, m谩s sorprendente: "el pa铆s y el Gobierno no estaban preparados para hacer frente a un estado autoritario sin l铆mites a la hora de aplicar la represi贸n y la violencia” [sic].

Seg煤n el ARA: "Este an谩lisis de la realidad part铆a de un desconocimiento b谩sico del funcionamiento de los estados en general, y del espa帽ol en particular. Y si lo sab铆an, prefirieron seguir adelante sin contar toda la verdad a los ciudadanos, haciendo creer que ten铆an previstos todos los escenarios posibles" [sic].

Hemos le铆do bien: los dirigentes hicieron creer a los ciudadanos, es decir a los partidarios y a los detractores, a ambos grupos, que no sab铆an o que sab铆an y no lo contaban, pero que en cualquier caso no ten铆an evaluadas las consecuencias de una decisi贸n del calado y la trascendencia de declarar la independencia del territorio de forma unilateral. Es inveros铆mil.


Pues bien, en resumidas cuentas, en las dos realidades, espa帽ola y catalana, ¿c贸mo lo hacen tantas y tantas personas a la hora de seguir apoyando a los corruptos y a los irresponsables? Pues por los himnos y las banderas. Muchos seguir谩n votando por Rajoy o por Puigdemont y por lo que representan para que les pesan m谩s las emociones que la raz贸n. Porque las banderas tambi茅n sirven para esconder cosas malas y para absolver pecados que deber铆an ser imperdonables. En Espa帽a oculta y absuelve -por lo menos- la corrupci贸n sist茅mica de un partido y unos dirigentes; mientras que en Catalu帽a permite ocultar y absolver -por lo menos- unos comportamientos entre negligentes e irresponsables de unos partidos y unos dirigentes que tampoco deber铆an merecer ninguna justificaci贸n.




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