OPINIÓN de Rafael García Almazán / Kabila.- Podría empezar por decir que conozco a Tania desde pequeña, desde que llegó a Rivas, hace la friolera de cerca de treinta años, que he tenido cierta relación vecinal con su familia y que me parece gente estupenda, querida y respetada, y eso no es una cuestión personal, basta con preguntar en Rivas a vecinos que llevan años viviendo aquí. Pero por mucho que pueda apreciar a Tania y a su familia no es esa la razón por la que quiero apoyarla como candidata de Izquierda Unida en las primarias abiertas que se celebrarán el próximo domingo 30. Ha demostrado no sólo tener una vocación política inequívoca sino ser una política eficaz, honesta y comprometida, fiel a sus ideas, las de Izquierda Unida, y capaz de entender la política de una forma más actual, anteponiendo el interés ciudadano y el compromiso programático por encima de cualquier otro tipo de interés. Es una política de raza con una ideología de izquierdas profunda. Debe ser por todo eso