Por Rafael Garc铆a Almaz谩n/ Kabila.- Dentro de pocas horas volver谩n a florecer Trece Rosas. All谩 por las cinco de la ma帽ana del cinco de agosto de 1939, hace 75 a帽os, aunque trataron de acabar con un rosal con trece rosas, nunca pensaron que esa poda har铆a crecer su dignidad, su valor, su recuerdo para muchos de nosotros.
Hoy vuelve a salir el sol. Un sol cubierto de rosas. Rosas de tres colores: Rojas, amarillas y violetas. Rosas cubiertas de roc铆o, Rosas j贸venes, con ganas de vivir. Hoy vuelven a resucitar mis Trece Rosas, nuestras Trece Rosas.
Y creyeron que podr铆an acabar con ellas y lo hicieron. Sin pudor, con actitud criminal, con odio. Sin motivos. Simplemente hab铆an sido de las Juventudes Socialistas Unificadas. Ese fue su crimen: ser rojas. Por eso las mataron. Pero no han conseguido que se marchitaran.
Porque cada cinco de agosto, somos muchos los que estamos empe帽ados en que resuciten. Y ah铆, est谩n, las vuelvo a ver, tal como me lo contaba mi madre, que pudo ser una de ellas. Ten铆an miedo, y qui茅n no, pero sab铆an que ten铆an la raz贸n, que no hab铆an cometido ning煤n delito.
J贸venes, valientes, alegres, fueron asesinadas por criminales sin escr煤pulos, con el solo fin de hacer ostentaci贸n de un poder ileg铆timo e ilegal. De sentirse poderosos, a costa de sangre fresca.
En la c谩rcel de Ventas, hac铆a d铆as que esperaban una noticia. O el indulto o la orden de fusilamiento. La noche del cuatro de agosto les avisaron de que les tocaba. De que deber铆an prepararse para el fin. Unas lloraron, sobre todo de impotencia, por la injusticia que se comet铆a. Otras se dedicaron a rezar. Y, alguna dedic贸 sus 煤ltimos minutos a escribir una carta a los suyos. Blanca se la dedic贸 a su hijo. Y Julia Conesa a su familia. 脡sta es la carta de Julia:
Madre, hermanos, con todo el cari帽o y entusiasmo os pido que no me llor茅is nadie. Salgo sin llorar. Cuidar a mi madre. Me matan inocente, pero muero como debe morir una inocente.
Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermano y pap谩 al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada.
Adi贸s madre querida, adi贸s para siempre.
Tu hija que ya jam谩s te podr谩 besar y abrazar.
Julia Conesa.
Besos para todos, que tu ni mis compa帽eras lloreis.
Que mi nombre no se borre en la historia
Y mientras que somos muchos los que cada a帽o recordamos este acontecimiento injusto y cruel, nuestros queridos gobernantes y el nuevo rey siguen empe帽ados en olvidarse de las v铆ctimas del franquismo. Mientras ensalzan a otras v铆ctimas, se olvidan de las m谩s numerosas, las 煤nicas que no han recibido ni reparaci贸n de ninguna clase, ni reconocimiento alguno. V铆ctimas olvidadas a conciencia por gobiernos o bien herederos de aquellos verdugos o bien cobardes y olvidadizos.
Hace poco, se cargaron al 煤nico juez que se atrevi贸 a condenar a los verdugos y honrar a las v铆ctimas. Hablo de Garz贸n. Y hoy, despu茅s de tantos varapalos, en una alianza no democr谩tica entre los tres poderes, s贸lo desde instancias for谩neas se empuja para reivindicar la memoria y reparaci贸n para las v铆ctimas franquistas.
Ha tenido que ser una jueza argentina, Mar铆a Servini, quien ha instruido una causa, hoy todav铆a abierta, contra el franquismo para verg眉enza de nuestras instituciones. Y, por otro lado, la ONU ha dado 90 d铆as para que el gobierno espa帽ol explique c贸mo va a reparar a las v铆ctimas franquistas.
A煤n sin perder la esperanza, despu茅s de tantos a帽os, sabemos que en nuestro pa铆s poco se har谩, se volver谩 a decir que hay que mirar hacia adelante. Eso s铆, con una mochila llena de miserias, cargada de v铆ctimas no reconocidas, no reparadas, voluntariamente olvidadas.
Por eso, para m铆, esas Trece Rosas, que hoy vuelven a resucitar en mi memoria, son el s铆mbolo de aquel horror y de esas v铆ctimas, hoy todav铆a a la espera de recibir, algo tan simple como: Verdad, Justicia y Reparaci贸n.
Salud y Rep煤blica
P.D. Hace m谩s de cinco a帽os, me entrevistaron en la Cadena Ser, con motivo del estreno de la pel铆cula Las Trece Rosas. Mi madre, Carmen Almaz谩n, fue compa帽era de ellas y pudo ser una de las elegidas, aunque al final se salv贸. Hoy, que hace ocho a帽os que falta, recuerdo su viva voz, cuando contaba ese episodio detallado y se emocionaba. Aqu铆 est谩 el documento.
*http://rafa-almazan.blogspot.com.es/2014/08/mis-trece-rosas.html