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Teresa, Excalibur y Paciencia

OPINI脫N de Rafael Garc铆a Almaz谩n/ Kabila.- No voy a repetir todo lo que los medios de comunicaci贸n han informado y opinado sobre el caso de la enfermera contagiada de 脡bola en Madrid, ser铆a largo y repetitivo, s铆 que quiero recordar que a pesar de todos los errores cometidos, disparates informativos, promesas incumplidas y mentiras continuadas, despu茅s de cuatro d铆as nadie todav铆a ha pagado con su dimisi贸n. Indigno es que Ana Mato y el consejero de Sanidad de Madrid, Francisco Javier Rodr铆guez, todav铆a sigan en sus cargos y calienten descaradamente su sill贸n de mando.

Cualquier cosa vale para salvar su culo, ese culo infame que es capaz de desinformar, esconderse o echar la culpa a la enfermera contagiada. Una desverg眉enza digna de canallas metidos a pol铆ticos. Algo incompresible en cualquier pa铆s medianamente serio.

Ellos siguen en sus puestos, echando balones fuera, quit谩ndose la responsabilidad de encima, se帽alando a Teresa Romero como si fuera la culpable de una serie de errores concatenados, que comenzaron cuando Espe Aguirre decidi贸 desmantelar el hospital Carlos III –que estaba habilitado para tratamientos de enfermedades contagiosas—, despu茅s con la decisi贸n de traer a los misioneros, a pesar de no estar preparados para recibir a infectados por el 脡bola –as铆 lo expresaron por escrito desde la asociaci贸n de enfermer铆a al Ministerio de Sanidad, en abril, antes de que se trasladaran los enfermos terminales— y hoy, despu茅s de graves errores de bultos, nos encontramos con una enfermera contagiada y con toda la c煤pula pol铆tica que ha creado el problema tratando de solucionarlo. O sea el zorro en el gallinero. Cualquiera sabe c贸mo puede terminar esto.

Yo quer铆a remitirme en este escrito a los grandes perdedores de esta chapuza vergonzosa y a una hero铆na. La primera v铆ctima es Teresa Romero, la enfermera que de forma voluntaria se uni贸 al grupo que trataba a los contagiados y que, por m煤ltiples errores pol铆ticos y protocolarios, ha terminado contrayendo el virus del 脡bola. Una mujer que tratando de ayudar a otros se ha enfermado gravemente, y que hoy el Consejero de Sanidad de Madrid –todav铆a sin dimitir— de forma delirante y oprobiosa, sin ninguna prueba, la ha acusado de mentir, mientras 茅l sigue en su cargo sin inmutarse.

Otra v铆ctima es Excalibur, el perro que Teresa y su marido –otro damnificado que est谩 siendo controlado para saber si ha contra铆do el virus—, al que sin ning煤n miramiento y sin elegir otras opciones, que seg煤n veterinarios exist铆an –como mantenerlo aislado en cuarentena—, le quitaron la vida de forma fulminante. Lo m谩s f谩cil. Ya saben ustedes aquello de “muerto el perro se acab贸 la rabia”. Claro que en este caso, en primer lugar, no se sab铆a si hab铆a contra铆do el virus y en segundo lugar, su muerte no significa que el virus no siga campando por sus lares. Total, lo mataron para quitarse un problema de en medio.

Y qu茅 decir de Paciencia Melgar. Con ella se vuelve a rizar el rizo. Esta monja pidi贸 ser repatriada junto al sacerdote Pajares con el que colaboraba y contrajo tambi茅n el 脡bola. Nuestro querido gobierno no lo consider贸 oportuno puesto que no era espa帽ola y sin embargo a pesar de quedarse en Liberia san贸 de la enfermedad mientras que Miguel Pajares falleci贸 en Madrid. Seguramente un acierto involuntario de este gobierno: el 煤nico. Eso s铆, a pesar de que no la aceptaron como paciente, Paciencia Melgar vino a Espa帽a –una vez curada— para donar su sangre como ant铆doto y ayudar al segundo sacerdote que trajeron: Manuel Garc铆a Viejo. Desgraciadamente lleg贸 tarde, pero sin embargo su sangre est谩 sirviendo para tratar de curar a Teresa Romero.

En resumen, este gobierno niega a una monja guineana contagiada de 脡bola, ayudante de Miguel Pajares, su repatriaci贸n a Espa帽a, pero, sin embargo, su sangre est谩 siendo utilizada para salvar a Teresa Romero del virus. No me dir谩n ustedes que no es un caso de solidaridad total, y sin embargo es a pesar de un gobierno --que no quiso hacer ni caso a Paciencia, la monja solidaria--, que alardea de tener sangre ant铆doto. ¡Ojal谩 que sea eficaz!

Paciencia es, a pesar de este gobierno, que la abandon贸, una hero铆na solidaria. Y Teresa Romero, aunque sea injustamente acusada de mentir y ser la causante del contagio de su enfermedad, ha sido la principal v铆ctima de esta desastrosa actuaci贸n. Del pobre Excalibur, s贸lo decir que lamentablemente termin贸 muerto para evitar mayores complicaciones a estos responsables, que han buscado una decisi贸n como 茅sta para tratar de demostrar una eficacia contundente que no existe.

Pero ya sabemos que el partido popular no tiene culpa de nada, son los dem谩s. As铆:
El fallo ha sido de la enfermera
El fallo fue del maquinista del Alvia
El fallo fue del maquinista del Metro de Valencia
El fallo fue del capit谩n del Prestige
El fallo ha sido que viv铆ais por encima de nuestras posibilidades

Esta es la marca Espa帽a, esa que tanto preocupa a este gobierno. De momento ha conseguido que con este problema baje la bolsa, la Uni贸n Europea nos llame al orden y pa铆ses como el Reino Unido aconsejen cuidado y tener seguro m茅dico a sus conciudadanos que se dirijan a nuestro pa铆s. Este pa铆s hoy es un ejemplo mundial en eficacia m茅dica.

S贸lo queda dar gracias a Paciencia Melgar por su solidaridad, desear que Teresa Romero pueda vencer a este virus y se restablezca pronto, lamentar la muerte evitable de Excalibur e insistir en que como m铆nimo la ministra de Sanidad y el consejero de Sanidad de la CAM dimitan inmediatamente para recuperar la fiabilidad en el sistema, y para evitar que se dude del alto nivel de competencia y profesionalidad de nuestros m茅dicos y enfermeros.

Salud y Rep煤blica



*rafa-almazan.blogspot.com

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