Pero la Naturaleza puede curarse a sí misma, si le damos la atención que requiere A medida que las temperaturas abrasadoras continúan batiendo récords en toda Europa, se producen incendios forestales sin precedentes en el Ártico y se derriten las capas de hielo marino en los polos, la crisis climática nunca antes había sido tan palpable para tanta gente. La creciente intensidad y frecuencia de los eventos climáticos extremos impacta la vida en la Tierra de muchas maneras. Los ecosistemas oceánicos y terrestres, de los que todos dependemos, se ven afectados, al igual que la capacidad de nuestro planeta para satisfacer nuestras crecientes necesidades. Un informe especial publicado hoy por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, IPCC, revela cómo el cambio climático, la gestión de la tierra y la seguridad alimentaria global interactúan entre sí, creando complejos circuitos de retroalimentación.