OPINIÓN de Javier Madrazo Lavín. - La Unión Europea y los EEUU llevan negociando en secreto desde 2012 el llamado Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP sus siglas en inglés), que tiene como objetivo fundamental facilitar la inversión directa y la eliminación de obstáculos burocráticos, para facilitar el acceso al mercado a las empresas de ambos lados del Atlántico. No estamos únicamente ante un acuerdo de carácter de carácter comercial, sino ante el intento de imponer un modelo político-económico ( el capitalismo transatlántico) que reduzca a la mínima expresión los derechos de la ciudadanía, así como los logros sociales, laborales y medioambientalesalcanzados, en beneficio de grandes trust de mercaderes. El TTIP sigue la misma senda que el acuerdo que se firmó en Canadá en Setiembre en Toronto (CETA). Se conocen como acuerdos comerciales de nuevo tipo, porque incorporan mecanismos de regulación de las diferencias que existen entre empresas, inversores y estados. El