OPINIÓN de Ileana Alamilla .- Por muchos esfuerzos que han hecho organizaciones especializadas y entidades de gobierno, resultan insuficientes si no se adopta de inmediato una política y medidas efectivas que pongan freno a las constantes violaciones a los derechos humanos de las niñas y adolescentes en nuestro país. Ya no hay que esperar más, suficientes dramas son reportados a diario de esas niñas cuyas vidas han sido truncadas por el abandono del Estado hacia los sectores desposeídos y la indiferencia de la sociedad. De acuerdo con los múltiples diagnósticos y opiniones de expertas (os), las causas de los embarazos en menores de edad son diversas, desde la visión machista y las relaciones de poder que impulsan a padres, padrastros, tíos, familiares cercanos o desconocidos a disponer del cuerpo de una pequeña o adolescente, la falta de información, la costumbre, o la necesidad de afecto, hasta la ansiedad de escapar de un ambiente violento y repugnante en que ellas viven. En enero