OPINI脫N de Ileana Alamilla, Guatemala.- Cualquier acci贸n que viole derechos humanos es punible e inaceptable. El juicio en contra de Erwin Sperisen culmin贸 en su primera etapa. El Tribunal Criminal de Ginebra dict贸 sentencia condenatoria de privaci贸n de libertad para toda la vida contra el exdirector de la Polic铆a Nacional, por su coautor铆a en la ejecuci贸n extrajudicial de seis privados de libertad y la autor铆a material del asesinato de uno de los reos. En otra parte de la resoluci贸n lo absuelve de cargos por el caso del Infiernito, pues no se comprob贸 su participaci贸n en el Plan Gavil谩n en 2005, donde hay se帽alamientos de ejecuci贸n de tres pr贸fugos.
El juicio, realizado en Ginebra, escandaliz贸 a los suizos, pues la nacionalidad del encausado, se帽alado de delitos graves y de encabezar un escuadr贸n de la muerte, constituye una afrenta a la tradici贸n de respeto a los derechos humanos que ostenta ese pa铆s, conocido como la capital de estas garant铆as. La imagen de un suizo/guatemalteco, que nunca ocult贸 su fascinaci贸n por el uniforme y las armas, de lo cual hac铆a gala ante las c谩maras en Guatemala, colision贸 con los altos valores que privan en ese pa铆s helv茅tico, en donde ocurren entre 2 y 12 muertes violentas al a帽o.
El juicio tuvo una duraci贸n de tres semanas. Sperisen se radic贸 en esa ciudad pues argument贸 que aqu铆 su vida corr铆a peligro. La primera denuncia en su contra fue interpuesta por organizaciones de derechos humanos, entre ellas Trial, bajo la acusaci贸n de asesinato de campesinos en la finca Nueva Linda, posteriormente a un desalojo que hizo la PNC de manera violenta, en 2004, esta acusaci贸n no prosper贸, pues, seg煤n se dijo, no se lograron reunir suficientes pruebas para involucrarlo, pero s铆 la ampliaci贸n formulada en 2009, cuando se le responsabiliz贸 de la muerte de 10 reos, acus谩ndolo de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, tortura y violencia sexual.
Algunas reacciones en Guatemala tienden a justificar la denominada limpieza social, dada la situaci贸n de desesperaci贸n en que se encuentra la poblaci贸n, a merced de criminales y delincuentes que arrebatan la vida a personas, mat谩ndolas con suma crueldad, contaminan a la juventud, la cooptan para integrar las maras y son responsables de los asesinatos de pilotos, una de las profesiones m谩s peligrosas del mundo, seg煤n recientes estudios. Esas lacras, que tambi茅n han despojado de sus propiedades a trav茅s de extorsiones a cientos de personas, son indeseables y nos tienen cercados, a pesar de que las autoridades permanentemente anuncian nuevas estrategias para combatirlas.
Aqu铆 todos vivimos con temor, conviviendo con el miedo. Por eso, los criminales son vistos como seres despreciables, sin derechos.
Probablemente por eso se asume la defensa de quienes est谩n acusados de esas ejecuciones extrajudiciales. Sin embargo, cualquier acci贸n que viole derechos humanos es punible e inaceptable. Quienes participan en ellas no solo se colocan en el mismo plano que los delincuentes, sino que entran en un proceso de descomposici贸n y deshumanizaci贸n que se va incrementando. Adem谩s, para quienes est谩n al mando, esos subordinados despu茅s se convierten en un peligro y empieza otra vez el c铆rculo de limpieza social, solo que enfocado en los verdugos, c铆rculo que se convierte en interminable.
Los hechos por los que se juzga a Sperisen sucedieron hace a帽os y en el Sistema Penitenciario no vemos mayores cambios. Siguen las denuncias de extorsiones desde las c谩rceles, 贸rdenes de asesinatos y all铆 se origina la comisi贸n de delitos.
Pero la limpieza social no es la forma de resolver ese grave problema.
* Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es directora de la Agencia CERIGUA - http://cerigua.info/portal/