OPINIÓN de Emilio Cafassi, Uruguay.- Considero altamente probable -a la par que deseable- que la vida política uruguaya dé un cierto giro a partir del último dictamen del Tribunal de Conducta Política (TCP) del Frente Amplio (FA). Enfatizo este antecedente por sobre la posterior renuncia del vicepresidente porque considero que los sujetos, las personalidades y las trayectorias resultan hasta anecdóticas respecto a las estructuras colectivas y la institucionalidad, es decir a las reglas de funcionamiento de los dispositivos políticos.