OPINIÓN de Joan del Alcàzar. - Cada vez sabemos más de las interioridades del Procés. Y buena parte de las noticias que llegan resultan, para la ciudadanía en general, bastante desconcertantes. Es fácil imaginar que para los directamente implicados en la proclamación de la República de Cataluña habrán sido decepcionantes. Quizás a sus antagonistas, los contrarios a la independencia, los preocupará la clara reducción de calidad democrática que, al calor de la crisis catalana, está provocando el gobierno de Rajoy. Esta cuestión, sin embargo, no es el objeto de la columna. Otro día lo será, que el asunto lo exige.