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Eduardo Galeano: Ahora EEUU, Francia y Gran Bretaña están ‘salvando’ a Libia y se sienten guiados por una misión sagrada

EL SALERO/AGENCIAS*.- El escritor uruguayo Eduardo Galeano recibe el título de doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Cuyo, ubicada en la provincia de Mendoza, ubicada a 1.100 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. El reconocimiento al autor de "Las venas abiertas de América Latina" y "El libro de los abrazos", fue solicitado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y aprobado por el Consejo Superior en junio de 2010.

Invitado por la Universidad Nacional de Cuyo a Mendoza para entregarle el doctorado Honoris Causa, el escritor ofreció una breve charla en el Centro de Información y Comunicación (Cicunc).

Galeano expuso su postura respecto a los temas ambientales que aquejan al mundo actual. Su dedo señaló a la minería y apoyó el cuidado del agua. "El problema es que la defensa de los recursos naturales en América Latina, no es un tema popular. En la mayoría de los casos hay gente que se cree el cuento de las inversiones mineras o de la industria forestal para arrancar los recursos naturales. Después, se van y si te he visto no me acuerdo. Se van y chau", opinó.

Según Galeano, tanto las mineras como las empresas forestales o las plantas de energía nuclear son vendedores de felicidad y prosperidad: "Un día desaparecen dejando tras de sí sólo agujeros y fantasmas. Palacios vacíos, llenos de telarañas y también ilusiones rotas y esperanzas perdidas. Esto es lo que tiene que enseñarnos a defender nuestros recursos naturales".

“Estoy muy, pero muy contento y muy orgulloso de recibir un Honoris Causa en este país que está a la vanguardia de los derechos humanos en el mundo”, expresó el autor de Memoria del fuego, quien con su pluma ha abierto los ojos y nuevos caminos a múltiples generaciones tanto latinoamericanas como del resto del globo.

“Sé que es difícil romper el fuego y formular la primera pregunta, así que comencemos por la segunda”, dijo con su voz grave y su tono serio esta genial unidad “sentipensante”, término que prefiere antes que pensador o intelectual. La conferencia, como suele suceder con figuras de este peso, discurrió por los grises que Galeano sutilmente condujo. Aquí una síntesis de sus reflexiones.


Internet
“Es un mundo de paradojas y en materia de medios de comunicación se ha producido una muy grande. Internet nació al servicio de la muerte, fue articulada por el Pentágono para coordinar operaciones militares a escala global y después se fue convirtiendo en otra cosa, contra la expectativa de sus papás, la criatura creció por su cuenta. Y resulta que ahora ha abierto espacios de repercusión para voces que antes sonaban como campanas de palo. Eso ha sido muy interesante y lo reconozco, contra todos mis prejuicios, soy más bien prehistórico y miro las maquinitas con desconfianza y ellas a mí. Llegué a creer que las computadoras bebían de noche, cuando nadie las veía se entregaban al trago fuerte y por eso durante el día hacían cosas incomprensibles, que es lo que nosotros llamamos resaca”.


Lectores jóvenes
“Uno escribe para diferentes generaciones, incluyendo a las recién nacidas. Lo mejor que puede pasar es atravesar la barrera de los años y no quedarse sólo con las que uno compartió tiempo y espacio, sino entenderse con quienes vinieron después y que han sido y siguen siendo acusados de indiferencia. Se dice que a los jóvenes no les importa nada, que son unos cabezas huecas. Es injusta la actitud, porque se los acusa de que no creen en la política en lugar de preguntarse por qué será que no creen en la política. Es una suerte de descrédito para la política, pero eso es culpa de los políticos, no de los jóvenes. Tienen todo el derecho de no creer o desconfiar de la profesión política, del que confunde la política con una actividad circense, del especialista en dar saltos prodigiosos”.


Literatura y política
“Las fronteras entre literatura y política siempre han sido borrosas. Nunca sentí que hubiera un límite entre la literatura y la política o cualquier otro aspecto de la vida. La literatura es un ejercicio de interpretación, de comprensión de una realidad a la que no le gusta ser fracturada. Por eso he pensado escribir una literatura más allá de las religiones o los géneros en sí. Cuando me dicen que lo mío es inclasificable, yo digo: ‘¡Qué suerte!’. No me gusta que me clasifiquen, que me pongan una etiqueta en la frente”.

Ecología
“En la historia de la humanidad, la naturaleza fue algo que debía estar al servicio del hombre y siempre se desconsideró. Incluso desde la izquierda se la tomó casi como un obstáculo y por ese camino hemos llegado adonde estamos hoy. Habría que estudiar a qué planeta nos vamos a mudar si seguimos destruyendo el planeta a este ritmo. Hablo en plural, pero a sabiendas de que soy inocente. No creo en esas historias en las que somos todos responsables. Quien generaliza absuelve, decía la brillante Concepción Arenal, cuando se dice que todos somos culpables, nadie lo es. La reducción del mundo a una suerte de porquería que hay que tirar al tacho de basura ha sido obra de las grandes empresas químicas, automotrices, energéticas, militares, que son las que están haciendo este desastre. El problema es que todavía en América Latina el tema ecológico no es popular. Hay una parte importante de la opinión pública que se cree el cuento de esas inversoras, como es una minera o una industria forestal de esas que vienen, arrancan los recursos naturales y después se van. Pero son vendedores de prosperidad y felicidad que un día desaparecen, dejando tras de sí sólo agujeros y fantasmas, espacios vacíos. Desde hace cinco siglos que es así y eso tiene que enseñarnos. Defender nuestros recursos naturales es una parte sustancial de la defensa de nuestra identidad cultural”.


Japón, energía nuclear y el “mesiánico” Messi
“La energía nuclear nos demostró una vez más lo peligrosa que es, en un país donde estallaron las bombas de Hiroshima y Nagasaki, catástrofes nucleares celebradas por el presidente Truman en Estados Unidos como una orden divina. Él dijo que Dios había puesto en manos de Estados Unidos esas bombas para que fueran bien utilizadas. Eso corresponde a la tradición mesiánica de los países dominantes. Ahora están ‘salvando’ a Libia, con Francia y Gran Bretaña, y se sienten guiados por una misión sagrada. Cada vez que voy a Estados Unidos empiezo diciendo ‘por favor, no me salven’. Qué quedará de Libia después de ser salvados por estos mesiánicos. El único mesiánico digno de confianza es Lionel Messi (risas)”.

De dictaduras a democracias
“Se viven tiempos de cambio, soplan vientos de esperanza, se ha desatado una energía creadora valiosa, digna de estímulo en América Latina. Nos estamos despertando de una larga fiesta colonial. Nos han entrenado para la impotencia, para convencernos de que no podemos. Era hora de acabar con esta mala costumbre de escupir al espejo. Hay una recuperación de la dignidad colectiva y es difícil de ver desde afuera, porque los países dominantes tienen la mala costumbre de despreciar a los dominados y, como los desprecian, los ignoran. No saben lo que ocurre cuando quieren liberarse de esas ataduras que no son sólo económicas o políticas, sino también culturales, porque esa impotencia es herencia colonial. Hay que recuperar una visión horizontal, la diferencia entre la solidaridad y la caridad. La caridad es vertical, por lo tanto es humillante, un viejo proverbio africano dice que la mano que da está encima de la que recibe. La mirada horizontal es de igual a igual, nos enseña a respetar realidades diferentes y nos permite verlas en su diversidad”.

*Con información de Ansa, Cuyo Noticias y Los Andes




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