OPINI脫N de Carlos Guzm谩n P茅rez

Hace unos d铆as nos sorprendi贸 la noticia de que la Justicia de Argentina iba a investigar la implicaci贸n de los ministros y de los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad franquistas en el genocidio franquista.
Desde que en 1939 la Guerra Civil tuviera aquel tr谩gico desenlace y hasta que en 1975 el sanguinario Francisco Franco falleciese postrado en su palacio, fueron decenas los ministros y los responsables de cuerpos policiales que sembraron el terror en todo el Estado Espa帽ol.
Entre los estrechos colaboradores del dictador que hoy en d铆a van a ser investigados por la justicia latinoamericana se encuentra Manuel Fraga Iribarne. Este gallego de tenebroso curriculum, tiene el dudoso honor de haber desempe帽ado infinidad de cargos pol铆ticos durante la dictadura fascista; Ministro de Informaci贸n y Turismo, Embajador de Espa帽a en Reino Unido, Ministro de la Gobernaci贸n de Espa帽a y Vicepresidente Segundo del Gobierno. Una vez liquidada la dictadura fascista, en vez de ser juzgado pos su directa implicaci贸n en el r茅gimen anterior, sigui贸 desempe帽ando cargos y responsabilidades pol铆ticas tanto en la transici贸n como en la posterior y mal llamada democracia; Diputado en Cortes Generales, presidente del partido pol铆tico Alianza Popular, Presidente del PP de Galicia, Presidente del Partido Popular, Presidente de la Junta de Galicia y Senador de las cortes Generales hasta hace unos pocos meses.
Durante el periodo en el que Fraga fue ministro se produjeron acontecimientos como el fusilamiento en 1963 del dirigente comunista Juli谩n Grimau, tras un famoso proceso carente de pruebas acusatorias de unos presuntos delitos ocurridos treinta a帽os antes durante la Guerra Civil, o los famosos Sucesos de Vitoria de marzo de 1976, en los que 5 trabajadores fueron asesinados y otros 100 trabajadores fueron heridos por fuego de la Polic铆a Armada (dependiente de Fraga).
Durante d茅cadas la figura de Fraga ha desatado la repugnancia y el rechazo de gran parte de la poblaci贸n espa帽ola, la cual ve en este personaje a uno de los m谩ximos protagonistas de las p谩ginas m谩s oscuras de nuestra historia reciente. En cambio, por muchas acusaciones que se han vertido sobre 茅l, y al igual que la mayor铆a de las cabezas visibles de la dictadura, nunca ha sido investigada su implicaci贸n en estos hechos.
Se antoja totalmente reprobable que sea la juridisprudencia de otro pa铆s la que por primera vez investigue de forma fehaciente los miles de cr铆menes de una dictadura fascista que durante d茅cadas gobern贸 a su antojo este pa铆s. De todos modos, esto no parece nada descabellado al contemplar casos como el del Juez Baltasar Garz贸n, el cual fue suspendido cautelarmente en sus funciones como juez de la Audiencia Nacional por el Consejo General del Poder Judicial el 14 de mayo de 2010, al ser denunciado por la ultraderecha espa帽ola por intentar hacer justicia e investigar los cr铆menes del franquismo.
Cuando por primera vez parec铆a que se iba a intentar hacer justicia a los miles de asesinados y represaliados por la Dictadura, se conoce la noticia de que ha empeorado gravemente el estado de salud del octogenario Manuel Fraga, por lo que conociendo la lentitud habitual de la justicia, parece improbable que este se帽or llegue a ser juzgado por su directa implicaci贸n en estos cr铆menes.
Aun y todo, somos infinidad las voces que seguimos reclamando que se esclarezcan todos los cr铆menes acontecidos en este pa铆s entre 1936 y 1978, que se haga justicia, y se reconozca y repare a todas las v铆ctimas del Genocidio Franquista. Sobre todo, es de m谩xima importancia que no cese nunca el empe帽o en esclarecer todo lo ocurrido durante la dictadura, y si por causas naturales no da tiempo a que personajes como Manuel Fraga rindan cuentas con la Justicia, sea esta la que p煤blicamente reconozca y de a conocer cu谩l fue la implicaci贸n de estos en los cr铆menes franquistas.
Desde que en 1939 la Guerra Civil tuviera aquel tr谩gico desenlace y hasta que en 1975 el sanguinario Francisco Franco falleciese postrado en su palacio, fueron decenas los ministros y los responsables de cuerpos policiales que sembraron el terror en todo el Estado Espa帽ol.
Entre los estrechos colaboradores del dictador que hoy en d铆a van a ser investigados por la justicia latinoamericana se encuentra Manuel Fraga Iribarne. Este gallego de tenebroso curriculum, tiene el dudoso honor de haber desempe帽ado infinidad de cargos pol铆ticos durante la dictadura fascista; Ministro de Informaci贸n y Turismo, Embajador de Espa帽a en Reino Unido, Ministro de la Gobernaci贸n de Espa帽a y Vicepresidente Segundo del Gobierno. Una vez liquidada la dictadura fascista, en vez de ser juzgado pos su directa implicaci贸n en el r茅gimen anterior, sigui贸 desempe帽ando cargos y responsabilidades pol铆ticas tanto en la transici贸n como en la posterior y mal llamada democracia; Diputado en Cortes Generales, presidente del partido pol铆tico Alianza Popular, Presidente del PP de Galicia, Presidente del Partido Popular, Presidente de la Junta de Galicia y Senador de las cortes Generales hasta hace unos pocos meses.
Durante el periodo en el que Fraga fue ministro se produjeron acontecimientos como el fusilamiento en 1963 del dirigente comunista Juli谩n Grimau, tras un famoso proceso carente de pruebas acusatorias de unos presuntos delitos ocurridos treinta a帽os antes durante la Guerra Civil, o los famosos Sucesos de Vitoria de marzo de 1976, en los que 5 trabajadores fueron asesinados y otros 100 trabajadores fueron heridos por fuego de la Polic铆a Armada (dependiente de Fraga).
Durante d茅cadas la figura de Fraga ha desatado la repugnancia y el rechazo de gran parte de la poblaci贸n espa帽ola, la cual ve en este personaje a uno de los m谩ximos protagonistas de las p谩ginas m谩s oscuras de nuestra historia reciente. En cambio, por muchas acusaciones que se han vertido sobre 茅l, y al igual que la mayor铆a de las cabezas visibles de la dictadura, nunca ha sido investigada su implicaci贸n en estos hechos.
Se antoja totalmente reprobable que sea la juridisprudencia de otro pa铆s la que por primera vez investigue de forma fehaciente los miles de cr铆menes de una dictadura fascista que durante d茅cadas gobern贸 a su antojo este pa铆s. De todos modos, esto no parece nada descabellado al contemplar casos como el del Juez Baltasar Garz贸n, el cual fue suspendido cautelarmente en sus funciones como juez de la Audiencia Nacional por el Consejo General del Poder Judicial el 14 de mayo de 2010, al ser denunciado por la ultraderecha espa帽ola por intentar hacer justicia e investigar los cr铆menes del franquismo.
Cuando por primera vez parec铆a que se iba a intentar hacer justicia a los miles de asesinados y represaliados por la Dictadura, se conoce la noticia de que ha empeorado gravemente el estado de salud del octogenario Manuel Fraga, por lo que conociendo la lentitud habitual de la justicia, parece improbable que este se帽or llegue a ser juzgado por su directa implicaci贸n en estos cr铆menes.
Aun y todo, somos infinidad las voces que seguimos reclamando que se esclarezcan todos los cr铆menes acontecidos en este pa铆s entre 1936 y 1978, que se haga justicia, y se reconozca y repare a todas las v铆ctimas del Genocidio Franquista. Sobre todo, es de m谩xima importancia que no cese nunca el empe帽o en esclarecer todo lo ocurrido durante la dictadura, y si por causas naturales no da tiempo a que personajes como Manuel Fraga rindan cuentas con la Justicia, sea esta la que p煤blicamente reconozca y de a conocer cu谩l fue la implicaci贸n de estos en los cr铆menes franquistas.