OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.-
Mucho se congratul贸 mi coraz贸n, hija m铆a, al verte hoy en la ceremonia dedicada a Juan, el poeta ser谩fico. Estabas resplandeciente con esa peineta y esa toca o mantilla que tanto realzan tu natural compostura y te hacen parecerte a la reina Mar铆a Cristina, de religiosa memoria. Nada de falsas gracias femeninas, que inducen a los hombres al pecado. Un gesto avinagrado, adusto, estirado, como de cabo furriel, que ese lo bordas. Solo mirarte y Sat谩n pone pies en polvorosa porque en verdad parece que vayas a ladrar. Tus enemigos -que son muchos, lo s茅, pues es la carga que yo te env铆o para probarte- dicen que no ladras, sino que rebuznas. Pero, dilecta como me eres, lo tuyo es el ladrido, el ce帽o y, si acaso, alg煤n rugido que otro. Con firmes puntales como t煤, mi reino est谩 garantizado en Espa帽a hasta el fin de los tiempos y, al menos en Castilla-La Mancha, no ser谩 necesario reevangelizar Espa帽a. Ya est谩is Nacho Villa y t煤 ah铆 y al que se salga del camino de Dios, una buena colleja en la noche oscura del alma.
Me dicen que has restablecido el orden natural de las cosas en tus dominios, que gobiernan los ricos, los banqueros, los empresarios, los plurienchufados como tu marido y los corruptos que menuda cruz llevan con el ludibrio p煤blico. Y que has echado a los pobres a patadas del Parlamento auton贸mico igual que mi Hijo hizo con los mercaderes en el templo. Muy bien, Mar铆a Dolores, porque ¿qu茅 pinta un pobre, un trabajador, aunque sea honrado, en el Parlamento? No saben gobernar; ni siquiera saben usar el tenedor en la mesa. Haces bien poni茅ndolos en su sitio y que no nos den la murga con sus nefandas doctrinas luteranas, sacadas de Rousseau, Voltaire y otros diablos sulfurosos. Si quieren leer (¿ves qu茅 mal se hizo al acabar con el analfabetismo, fuente de vocaciones y milagros?), que lean al Padre Astete y, si quieren buena literatura, al Padre Coloma.
Ya s茅 que t煤 solo lees Camino, pero ese libro excelso no est谩 pensado para tus administrados por lo mismo por lo que las margaritas no son para los cerdos.
S铆, hija amant铆sima. No cedas a las presiones del nefando progresismo. No escuches las venenosas propuestas de los Palinuros del siglo, no te dejes corromper, no des tantico as铆 a la carne. Ya s茅 que tuviste un hijo por inseminaci贸n artificial. Los m谩s bobos de la cofrad铆a lo achacan a una mal entendida independencia por tu parte cuando yo s茅 que lo hiciste as铆 por amor a m铆, para cumplir mis mandatos sin conocer var贸n. Sigue as铆, hija m铆a, y alcanzar谩s la beatitud. Nada de concuspicencia. Ni en el matrimonio. La 煤nica forma de controlar cristianamente la natalidad como yo mando es la abstinencia. Y cuando se presente la tentaci贸n, resiste y coloca a tu marido en otro consejo de administraci贸n de otra gran empresa para que se enfr铆e, que los hombres son concupiscibles, pues yo los hice as铆 para probaros.
Veo que te trajiste a tu amiga la devota menudica, a la que est谩s empujando hacia el bien y la devoci贸n porque espez贸 su aventura pol铆tica un tanto ligera de ropas y m谩s de ideas. La verdad es que tiene un poco cara de torta y desmerece de la fiereza de tu mirada, de tu temple guerrero, de tu deseo de aplastar al maligno en cualquiera de sus nefandas formas, PSOE, IU, UGT, CCOO y ya no hablemos de los gays, las lesbianas o los aborrecidos abortistas. Espero que, con el tiempo y la dulce frecuentaci贸n de ese querub铆n que hay en el gobierno, la ministra B谩帽ez, as铆 como del sucesor de Torquemada, Wert, alcance a recuperar el sendero recto.
S铆. hija, pasa luego por el solio de San Pedro, que he iluminado a mi siervo Benedicto para que te aconseje acerca de c贸mo perseguir con m谩s eficacia los males del siglo en tu tierra, la libertad, la igualdad, la justicia social y otras invenciones diab贸licas, igual que se hac铆a en las gloriosas Hitlerjugend.
No hace falta que traigas a la p谩nfila de Soraya contigo. Que se quede viendo los museos vaticanos. T煤 y yo solos por intermedio del Genosse Ratzinger, quien te dar谩 mi bendici贸n.
Mucho se congratul贸 mi coraz贸n, hija m铆a, al verte hoy en la ceremonia dedicada a Juan, el poeta ser谩fico. Estabas resplandeciente con esa peineta y esa toca o mantilla que tanto realzan tu natural compostura y te hacen parecerte a la reina Mar铆a Cristina, de religiosa memoria. Nada de falsas gracias femeninas, que inducen a los hombres al pecado. Un gesto avinagrado, adusto, estirado, como de cabo furriel, que ese lo bordas. Solo mirarte y Sat谩n pone pies en polvorosa porque en verdad parece que vayas a ladrar. Tus enemigos -que son muchos, lo s茅, pues es la carga que yo te env铆o para probarte- dicen que no ladras, sino que rebuznas. Pero, dilecta como me eres, lo tuyo es el ladrido, el ce帽o y, si acaso, alg煤n rugido que otro. Con firmes puntales como t煤, mi reino est谩 garantizado en Espa帽a hasta el fin de los tiempos y, al menos en Castilla-La Mancha, no ser谩 necesario reevangelizar Espa帽a. Ya est谩is Nacho Villa y t煤 ah铆 y al que se salga del camino de Dios, una buena colleja en la noche oscura del alma.
Me dicen que has restablecido el orden natural de las cosas en tus dominios, que gobiernan los ricos, los banqueros, los empresarios, los plurienchufados como tu marido y los corruptos que menuda cruz llevan con el ludibrio p煤blico. Y que has echado a los pobres a patadas del Parlamento auton贸mico igual que mi Hijo hizo con los mercaderes en el templo. Muy bien, Mar铆a Dolores, porque ¿qu茅 pinta un pobre, un trabajador, aunque sea honrado, en el Parlamento? No saben gobernar; ni siquiera saben usar el tenedor en la mesa. Haces bien poni茅ndolos en su sitio y que no nos den la murga con sus nefandas doctrinas luteranas, sacadas de Rousseau, Voltaire y otros diablos sulfurosos. Si quieren leer (¿ves qu茅 mal se hizo al acabar con el analfabetismo, fuente de vocaciones y milagros?), que lean al Padre Astete y, si quieren buena literatura, al Padre Coloma.
Ya s茅 que t煤 solo lees Camino, pero ese libro excelso no est谩 pensado para tus administrados por lo mismo por lo que las margaritas no son para los cerdos.
S铆, hija amant铆sima. No cedas a las presiones del nefando progresismo. No escuches las venenosas propuestas de los Palinuros del siglo, no te dejes corromper, no des tantico as铆 a la carne. Ya s茅 que tuviste un hijo por inseminaci贸n artificial. Los m谩s bobos de la cofrad铆a lo achacan a una mal entendida independencia por tu parte cuando yo s茅 que lo hiciste as铆 por amor a m铆, para cumplir mis mandatos sin conocer var贸n. Sigue as铆, hija m铆a, y alcanzar谩s la beatitud. Nada de concuspicencia. Ni en el matrimonio. La 煤nica forma de controlar cristianamente la natalidad como yo mando es la abstinencia. Y cuando se presente la tentaci贸n, resiste y coloca a tu marido en otro consejo de administraci贸n de otra gran empresa para que se enfr铆e, que los hombres son concupiscibles, pues yo los hice as铆 para probaros.
Veo que te trajiste a tu amiga la devota menudica, a la que est谩s empujando hacia el bien y la devoci贸n porque espez贸 su aventura pol铆tica un tanto ligera de ropas y m谩s de ideas. La verdad es que tiene un poco cara de torta y desmerece de la fiereza de tu mirada, de tu temple guerrero, de tu deseo de aplastar al maligno en cualquiera de sus nefandas formas, PSOE, IU, UGT, CCOO y ya no hablemos de los gays, las lesbianas o los aborrecidos abortistas. Espero que, con el tiempo y la dulce frecuentaci贸n de ese querub铆n que hay en el gobierno, la ministra B谩帽ez, as铆 como del sucesor de Torquemada, Wert, alcance a recuperar el sendero recto.
S铆. hija, pasa luego por el solio de San Pedro, que he iluminado a mi siervo Benedicto para que te aconseje acerca de c贸mo perseguir con m谩s eficacia los males del siglo en tu tierra, la libertad, la igualdad, la justicia social y otras invenciones diab贸licas, igual que se hac铆a en las gloriosas Hitlerjugend.
No hace falta que traigas a la p谩nfila de Soraya contigo. Que se quede viendo los museos vaticanos. T煤 y yo solos por intermedio del Genosse Ratzinger, quien te dar谩 mi bendici贸n.