OPINI脫N de Elizabeth Peredo Beltr谩n.-
Una vez m谩s se ha dado inicio a la Campa帽a Octubre Azul en Bolivia, una iniciativa en las Am茅ricas que se inspir贸 en el hist贸rico Refer茅ndum del Uruguay en Octubre de 2004 que decidiera incluir en su Constituci贸n el concepto del Agua como derecho humano, as铆 como la imposibilidad de que una transnacional pudiera enjuiciar al Estado por decisiones en pol铆ticas p煤blicas soberanas para asegurar los derechos humanos. Ese hecho pol铆tico que sigui贸 a las movilizaciones realizadas en Bolivia, Argentina y otros pa铆ses, fue el primer antecedente en Am茅rica Latina de cambio constitucional para dar paso a una visi贸n social del agua. M谩s tarde, los cambios constitucionales de Bolivia y Ecuador avanzaron sustancialmente en esta construcci贸n desde los pueblos.
A tiempo de ser una celebraci贸n, este tambi茅n es un tiempo de balance, un balance necesario para mirar con cierta objetividad lo que hemos avanzado y lo que necesitamos hacer para que nuestras palabras y los triunfos logrados no queden en la simple ret贸rica. Un aprendizaje ineludible de los 煤ltimos a帽os.
Bolivia est谩 cumpliendo con una de las Metas del Milenio relacionadas con el agua, la de reducir a m谩s de la mitad la gente que carece de servicio de agua potable y saneamiento. Ese es un inmenso logro movido por pol铆ticas de redistribuci贸n.
Sin embargo, a pesar de ser un pa铆s privilegiado en t茅rminos de recursos h铆dricos, la calidad del agua y la carencia en franjas de pobreza de la poblaci贸n son alarmantes. El acceso al agua var铆a tambi茅n de regi贸n en regi贸n, nuestro territorio se caracteriza por tener una distribuci贸n diversa del agua pues hay zonas muy 谩ridas y vulnerables a las sequ铆as, y otras h煤medas y proclives a las inundaciones. Este 煤ltimo mes Defensa Civil ha informado que m谩s de 300 mil familias est谩n severamente afectadas por la sequ铆a en el Chaco donde cultivos y ganado mueren por la alarmante falta de agua.
Por su parte, no son pocas las evidencias sobre la temible contaminaci贸n en las comunidades aleda帽as a los centros mineros bolivianos. El modelo extractivista, que va tomando cada vez m谩s cuerpo en el pa铆s, est谩 sobre explotando y contaminado las aguas tanto en Occidente como en el Oriente, donde la actividad minera es cada vez mayor. Los cultivos de soya y ma铆z para la exportaci贸n y el uso de semillas transg茅nicas tambi茅n han empezado a crecer en Bolivia de manera exponencial con el consecuente uso de agua de exportaci贸n virtual que esto implica.
La discusi贸n sobre un “nuevo modelo” es ineludible en Bolivia y en el mundo. Los fen贸menos clim谩ticos extremos, producidos por la intervenci贸n humana bajo un modelo desarrollista, extractivista y de lucro, exigen cambios trascendentales que al mismo tiempo mantengan la esperanza de los pueblos en sus conquistas, en su af谩n de justicia, equidad y cuidado del planeta.
Hemos hablado mucho de "modelos de desarrollo", de "cambio de paradigmas". Hasta hemos pensado que hab铆amos encontrado las pistas, pero la experiencia nos muestra que si no hay la verdadera voluntad de “hacer” y no sustituir el hacer por el “decir” no podremos mantenernos en la senda correcta.
La crisis de los Bienes Comunes est谩 movida por un sistema cruel de dominio del capital sobre la tierra, sobre el agua, las semillas, el trabajo, la subjetividad… Eso genera una cadena de consecuencias enajenantes dif铆ciles de cambiar si no se hacen las cosas m谩s all谩 de la ret贸rica. Quiz谩, en lugar de seguir hablando de “modelos de desarrollo” deber铆amos buscar un “Modelo de Restauraci贸n” que mantenga no s贸lo la vida y la calidad de la vida en el planeta, sino tambi茅n la posibilidad de cobijar una esperanza en el futuro.
*Elizabeth Peredo es Psic贸loga Social, investigadora y activista, una de las impulsoras de la Campa帽a Octubre Azul en Bolivia.
Una vez m谩s se ha dado inicio a la Campa帽a Octubre Azul en Bolivia, una iniciativa en las Am茅ricas que se inspir贸 en el hist贸rico Refer茅ndum del Uruguay en Octubre de 2004 que decidiera incluir en su Constituci贸n el concepto del Agua como derecho humano, as铆 como la imposibilidad de que una transnacional pudiera enjuiciar al Estado por decisiones en pol铆ticas p煤blicas soberanas para asegurar los derechos humanos. Ese hecho pol铆tico que sigui贸 a las movilizaciones realizadas en Bolivia, Argentina y otros pa铆ses, fue el primer antecedente en Am茅rica Latina de cambio constitucional para dar paso a una visi贸n social del agua. M谩s tarde, los cambios constitucionales de Bolivia y Ecuador avanzaron sustancialmente en esta construcci贸n desde los pueblos.
A tiempo de ser una celebraci贸n, este tambi茅n es un tiempo de balance, un balance necesario para mirar con cierta objetividad lo que hemos avanzado y lo que necesitamos hacer para que nuestras palabras y los triunfos logrados no queden en la simple ret贸rica. Un aprendizaje ineludible de los 煤ltimos a帽os.
Bolivia est谩 cumpliendo con una de las Metas del Milenio relacionadas con el agua, la de reducir a m谩s de la mitad la gente que carece de servicio de agua potable y saneamiento. Ese es un inmenso logro movido por pol铆ticas de redistribuci贸n.
Sin embargo, a pesar de ser un pa铆s privilegiado en t茅rminos de recursos h铆dricos, la calidad del agua y la carencia en franjas de pobreza de la poblaci贸n son alarmantes. El acceso al agua var铆a tambi茅n de regi贸n en regi贸n, nuestro territorio se caracteriza por tener una distribuci贸n diversa del agua pues hay zonas muy 谩ridas y vulnerables a las sequ铆as, y otras h煤medas y proclives a las inundaciones. Este 煤ltimo mes Defensa Civil ha informado que m谩s de 300 mil familias est谩n severamente afectadas por la sequ铆a en el Chaco donde cultivos y ganado mueren por la alarmante falta de agua.
Por su parte, no son pocas las evidencias sobre la temible contaminaci贸n en las comunidades aleda帽as a los centros mineros bolivianos. El modelo extractivista, que va tomando cada vez m谩s cuerpo en el pa铆s, est谩 sobre explotando y contaminado las aguas tanto en Occidente como en el Oriente, donde la actividad minera es cada vez mayor. Los cultivos de soya y ma铆z para la exportaci贸n y el uso de semillas transg茅nicas tambi茅n han empezado a crecer en Bolivia de manera exponencial con el consecuente uso de agua de exportaci贸n virtual que esto implica.
La discusi贸n sobre un “nuevo modelo” es ineludible en Bolivia y en el mundo. Los fen贸menos clim谩ticos extremos, producidos por la intervenci贸n humana bajo un modelo desarrollista, extractivista y de lucro, exigen cambios trascendentales que al mismo tiempo mantengan la esperanza de los pueblos en sus conquistas, en su af谩n de justicia, equidad y cuidado del planeta.
Hemos hablado mucho de "modelos de desarrollo", de "cambio de paradigmas". Hasta hemos pensado que hab铆amos encontrado las pistas, pero la experiencia nos muestra que si no hay la verdadera voluntad de “hacer” y no sustituir el hacer por el “decir” no podremos mantenernos en la senda correcta.
La crisis de los Bienes Comunes est谩 movida por un sistema cruel de dominio del capital sobre la tierra, sobre el agua, las semillas, el trabajo, la subjetividad… Eso genera una cadena de consecuencias enajenantes dif铆ciles de cambiar si no se hacen las cosas m谩s all谩 de la ret贸rica. Quiz谩, en lugar de seguir hablando de “modelos de desarrollo” deber铆amos buscar un “Modelo de Restauraci贸n” que mantenga no s贸lo la vida y la calidad de la vida en el planeta, sino tambi茅n la posibilidad de cobijar una esperanza en el futuro.
*Elizabeth Peredo es Psic贸loga Social, investigadora y activista, una de las impulsoras de la Campa帽a Octubre Azul en Bolivia.