OPINI脫N de Noemi Portela Prol.- Con la llegada del invierno millones de personas han de combatir el fr铆o sin poder encender la calefacci贸n. Servicios necesarios como la luz o el agua suponen para ellos un gasto al que no pueden hacer frente. Es la llamada pobreza energ茅tica, una realidad que crece a帽o tras a帽o con importantes consecuencias en aquellos que la padecen.
Pobreza energ茅tica se refiere tambi茅n a los casos en los que se ha de destinar m谩s de un 10% de los ingresos totales en el pago de estos recibos. El desempleo, la reducci贸n de salarios, el constante aumento del recibo el茅ctrico y la mala calidad de las viviendas son algunas de las principales causas. Las consecuencias, mucho mayores.
En Espa帽a, la situaci贸n se ha agravado en los 煤ltimos a帽os a consecuencia de la crisis econ贸mica. Cuatro millones de ciudadanos tienen dificultades para mantener su hogar a una temperatura adecuada, fijada entre los 18潞 C y 21潞 C. Adem谩s, de 2010 a 2012, el n煤mero de personas con gastos de energ铆a desproporcionados aument贸 en dos millones, seg煤n el informe “Pobreza energ茅tica en Espa帽a 2014” publicado por ACA (Asociaci贸n de Ciencias Ambientales). Estos datos ponen de relieve el cambio de tendencia de esta realidad que antes afectaba a personas en riesgo de exclusi贸n social y que en la actualidad sufren miles de familias vulnerables. El desempleo se erige como principal causa.
La pobreza energ茅tica no solo afecta al bienestar en el hogar. La temperatura inadecuada en la vivienda produce problemas f铆sicos y mentales, aumenta el despilfarro de energ铆a por el mal acondicionamiento del hogar, empeora el rendimiento laboral y acad茅mico, cambia los h谩bitos alimentarios al tener que invertir gran parte de los ingresos en energ铆a e incrementa las emisiones nocivas al buscar alternativas como puede ser el carb贸n. De acuerdo a la tasa de mortalidad adicional en invierno (TMAI) para el intervalo de 1997 a 2012, la eliminaci贸n de la pobreza energ茅tica evitar铆a entre 2.400 y 9.600 muertes prematuras al a帽o, especialmente entre personas mayores de 65 a帽os, los principales afectados.
La pobreza energ茅tica, antes invisible, se ha convertido en un objetivo a eliminar y ha logrado una importante visibilidad pol铆tica en los 煤ltimos a帽os. Desde la publicaci贸n del primer informe de la ACA en 2012 en referencia a esta materia, se han presentado, discutido e incluso aprobado diversas medidas, proposiciones de ley y no de ley para identificar a las personas vulnerables y buscar soluciones para minimizar o erradicar el problema.
En Espa帽a destaca la ley pionera 8/2013 del 26 de julio, de rehabilitaci贸n, regeneraci贸n y renovaci贸n urbana en la que se hace referencia a uno de los aspectos importantes de la pobreza energ茅tica: la adecuaci贸n de las viviendas para evitar un gasto energ茅tico superior al necesario. Tambi茅n las Comunidades Aut贸nomas han ofrecido medidas para acabar con este problema de una forma m谩s localizada. Es el caso del gobierno regional de Catalu帽a, que impuls贸 una ley que permit铆a suspender el pago durante unos meses a las personas m谩s vulnerables, medida que, sin embargo, no tuvo el impacto social deseado al acogerse a ella solo 500 familias y que recientemente fue suspendida por inconstitucionalidad, al invadir una competencia en materia el茅ctrica que se supone estatal.
Fuera de lo gubernamental, diversas organizaciones se dedican a ayudar a las personas que la sufren. Con este prop贸sito, la Plataforma Nuevo Modelo Energ茅tico organiza manifestaciones sociales mensuales contra la pobreza energ茅tica. El 10 de febrero ha sido decretado el D铆a de la lucha contra la pobreza energ茅tica en Espa帽a para tratar de concienciar a la gente. Por otro lado, Ecoserveis y la Fundaci贸n ABD han puesto en marcha un grupo de voluntarios que ayudan a las familias a entender y reducir sus recibos el茅ctricos. Peque帽os pasos para conseguir que las cifras se reduzcan. Mientras tanto, miles de familias han de afrontar el duro invierno. El m谩s fr铆o de todos.