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Kuczynski: “Quiero una revolución social para mi país”

Cecilia Remón.- Presidente Pedro Pablo Kuczynski asumió la presidencia comprometiéndose a garantizar acceso a agua, salud y educación para población más pobre.

El presidente Pedro Pablo Kuczynski —más conocido como PPK, siglas que tomó su agrupación política Peruanos Por el Kambio— juramentó al cargo el 28 de julio para un mandato de cinco años. A muchos sorprendió que Kuczynski, un economista neoliberal de 77 años, manifestara en su primer mensaje a la nación querer “una revolución social para mi país. Anhelo que en cinco años el Perú sea un país moderno, más justo, más equitativo y más solidario”.





“¿Qué significa ser un país moderno? Significa que las desigualdades entre los más pobres y lo más ricos deben resolverse levantando el ingreso de los más pobres”, dijo.

Dos semanas antes de juramentar, Kuczynski dio a conocer los nombres de los 18 ministros que integrarán el gabinete, así como del presidente del Consejo de Ministros, el economista Fernando Zavala. Si bien la mayoría ha tenido experiencia en el Estado, casi la totalidad proviene del sector privado. El único ratificado en el cargo que proviene del gobierno anterior es titular de Educación, Jaime Saavedra Chanduví.

En su discurso, Kuczynski enumeró los compromisos durante su mandato: “1. Llevar agua y desagüe a todos los peruanos; 2. Prestar un servicio de educación pública de calidad, que abra el mundo a millones de jóvenes; 3.Prestar un servicio de salud pública sensible al enfermo, oportuno y eficaz; 4. Formalizar el país, hasta el máximo posible; 5. Construir infraestructura para el desarrollo que con tanta urgencia necesitamos; 6. Liberar a nuestra patria de la corrupción, de la discriminación, de la inseguridad, del delito, luchando con toda transparencia contra estos flagelos históricos”.

Diversos analistas coincidieron en señalar que el mensaje presidencial fue bien recibido por todas las tiendas políticas salvo el fujimorismo aglutinado en Fuerza Popular.

Para el historiador Nelson Manrique, se trató de un discurso “bien articulado, muy bien preparado, que toca temas sustanciales relativos a algunos de los problemas fundamentales que enfrenta el país”.

“Dotar a todos los peruanos de agua potable, de una educación de calidad, una salud pública decente, es un programa en que todos podemos converger”, señaló en su columna del diario La República.

Cacería de brujas
No obstante, la toma de posesión —a la cual asistieron los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; de Chile, Michelle Bachelet; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Ecuador, Rafael Correa; de México, Enrique Peña Nieto; y de Paraguay, Horacio Cartes— fue interrumpida por los legisladores fujimoristas quienes durante el mensaje gritaban consignas a favor de su lideresa Keiko Fujimori, quien fue derrotada por Kuczynski en la segunda vuelta electoral realizada el 5 de junio por una diferencia de sólo 42,000 votos.

El fujimorismo se impuso en la primera vuelta del 10 de abril con 39.8% de los votos válidos y obtuvo 73 congresistas de los 130, lo cual le permite el control casi absoluto del Congreso —el partido oficialista PPK sólo tiene 18 legisladores. Una semana antes de la segunda vuelta electoral llevada a cabo el 5 de junio, las encuestas daban casi por seguro el triunfo de Fujimori. Sin embargo, denuncias de vínculos con el narcotráfico en su propio entorno y una fuerte campaña de sectores antifujimoristas recordando el régimen autoritario de su padre Alberto Fujimori (1990-2000), quien se encuentra preso desde el 2007 cumpliendo una condena de 25 años de cárcel por violaciones a los derechos humanos y corrupción, evitaron el triunfo.

Para dirigentes fujimoristas, como Luz Salgado, actual presidenta del Congreso, el triunfo les fue robado. En entrevista con el diario El Comercio, Salgado afirmó que el antifujimorismo “obedece a gente que fue metida en la cárcel, gente mezclada con Sendero y el MRTA”, en referencia a los grupos subversivos Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, cuyos líderes se encuentran encarcelados desde 1992, cumpliendo cadena perpetua.

Representantes del colectivo No a Keiko, que aglutina a sectores ciudadanos que luchan contra el fujimorismo, respondieron que lo que intentan Salgado y otros congresistas fujimoristas es criminalizar al movimiento popular y a la izquierda al calificar a sus integrantes como terroristas.

“Con esas aseveraciones de que somos sen¬deristas y emerretistas, ¿se imaginan qué hubie¬ra sido si Keiko Fujimori hubiera gobernado el país?, ¡la cacería de bru¬jas que hubiera habido!”, dijo Sandra de la Cruz, de No a Keiko, en declaraciones a la prensa.

Reactivación de la economía
A Kuczynski, cuyo estilo directo y jovial ha sido duramente criticado por sectores conservadores, no le será fácil gobernar. Además de enfrentar a un Congreso hostil, con una mayoría opositora que todavía no logra aceptar la derrota de su líder en la segunda vuelta —Fujimori nunca felicitó personalmente al ganador y transmitió un mensaje al país simultáneamente al del presidente en el que manifestó que “vamos a convertir las propuestas de nuestro plan de gobierno en leyes”—, se verá obligado a relanzar el crecimiento económico del país en medio de un entorno internacional desfavorable.

Según el economista José de Echave, “el superciclo de los precios internacionales de las materias primas ha llegado a su fin”. Entre el 2006 y el 2015, el crecimiento económico promedio fue de 5.8%, llegando a un pico de 9.1% en el 2008, de acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Hasta el 2009 el Perú experimentó “un periodo de subida sostenida, con una caída a raíz de la crisis económica mundial, y una nueva subida que llegó a su pico el 2011-2012”, precisó De Echave en la presentación del 18º informe del Observatorio de Conflictos Mineros en el Perú, llevada a cabo el 13 de julio.

El desplome a partir del 2012 de los precios internacionales de las materias primas, de las cuales la economía peruana es sumamente dependiente, desaceleró el crecimiento económico. De 5.9% en el 2013, la economía peruana cayó a 2.4% en el 2014 y 3.3% en el 2015, y para este año el Banco Mundial prevé que la economía crecerá a una tasa similar a la del año pasado.

En conferencia de prensa con corresponsales extranjeros el 26 de julio, Kuczynski aseguró que para impulsar la economía se “destrabarán inversiones” y “se reactivará el sector minero”.

Sin embargo, De Echave indicó que “la caída de la inversión minera es a nivel global. En el Perú desde el 2014 se ha producido un retroceso en las concesiones mineras y las inversiones mineras seguirán cayendo los próximos años. Actualmente sólo hay ampliaciones de proyectos antiguos”.

“Las exportaciones mineras empezaron a caer a partir del 2011, la recaudación minera es negativa en tanto el Estado devuelve más dinero a las empresas de lo que las empresas pagan en impuestos”, agregó. “Para compensar la caída de las exportaciones se ha incrementado el volumen de producción de minerales”.

El economista Humberto Campodónico”, en su columna del diario La República, comentó que si el impulso reactivador de Kuczynski tiene como eje “el destrabe” de inversiones, “cabe preguntarse si el problema es de trabas y hasta donde [las inversiones] están paradas debido a la caída del ciclo económico”.

Para Campodónico, el “destrabe” es insuficiente para reactivar la economía. “Si no hay nuevos motores, diversificación productiva y aumento de la inversión pública, difícilmente habrá reactivación económica, aumento del empleo, redistribución del ingreso y aumento de la inclusión social”, indicó. —Noticias Aliadas.




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