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Odebrecht y ex Gobierno buscan evadir Justicia

Asalto a la caja fiscal del Per煤

Jorge Zavaleta Alegre. Lima/Washington.-  Guam谩n Poma  de  Ayala, en su Cr贸nica del Buen Gobierno, escribi贸 al  rey de la Pen铆nsula Ib茅rica sobre los grandes excesos en Am茅rica, como los “abusos de los espa帽oles, la pereza e idolatr铆a de los indios, la codicia de los caciques y la lujuria de los curas”.



El cronista ind铆gena  Poma (Ayacucho, 1534 - Lima, 1615), era un convencido racista y aristocr谩tico y cre铆a que el gobierno deb铆a volver a manos de los caciques de linaje, pues los problemas hab铆an nacido de la confusi贸n de las castas, de la proliferaci贸n de mestizos y mulatos, de la destrucci贸n de los ayllus y de la usurpaci贸n de cacicazgos por indios del com煤n.



Frente a esta visi贸n de la realidad  remarc贸  “no hay remedio”; aunque no dejaba de alabar al rey y a algunas autoridades coloniales.



Este clima, reaparece como un velado fondo  en el Per煤 del Siglo XXI, con  la expansi贸n del narcotr谩fico y la corrupci贸n institucionalizada. Las alianzas del Estado  con empresas transnacionales conducen a  delinquir en la impunidad.



Una compilaci贸n de Erandi Mej铆a, Arely Reyes, Ricardo Becerril, Ana Luisa Olivares e Itzel Rosas abordan los casos de Argentina, Brasil, Chile, Guatemala  y M茅xico, en los que presidentes, funcionarios de alto nivel y empresas est谩n involucrados, respaldado por fuentes internacionales de reconocida trayectoria.


La crisis actual de Petrobras es,  por ejemplo, consecuencia de una serie de factores que se vinculan con la vulnerabilidad del sistema pol铆tico brasile帽o a los actos de corrupci贸n y de impunidad. La llamada operaci贸n Lava Jato, iniciada en marzo de 2014, revel贸 la existencia de licitaciones fraudulentas de los contratos de Petrobras.


Chile es considerado internacionalmente como uno de los pa铆ses menos corruptos del continente, no obstante, casos como los de Penta, Soquimich y Caval han mermado considerablemente esta positiva imagen.

Varias y diversas son las acciones que se han tomado en diferentes pa铆ses para tratar de enfrentar la corrupci贸n, con magros resultados. Tras d茅cadas de impunidad absoluta, cobijadas por cruentas dictaduras militares que azotaron a la regi贸n durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX, hoy en d铆a la prevalencia de medios masivos de comunicaci贸n, grupos de la sociedad civil organizada e instancias de rendici贸n de cuentas en pr谩cticamente todos los pa铆ses de la regi贸n permiten, al menos, que la poblaci贸n est茅 enterada de los actos de corrupci贸n que cometen las 茅lites o   neo-caciques de sus respectivos pa铆ses.

Las organizaciones sindicales por  efecto de la escasez de trabajo o normas laborales  fr谩giles  han llevado a una virtual desaparici贸n de los movimientos populares, aspecto que comienza a renacer con frecuentes movilizaciones en calles  y plazas.

LA TECNOLOGIA  Y EL  BUEN USO

La «pol铆tica de la simulaci贸n» es cada vez menos sostenible en la actual era de la informaci贸n. Por lo tanto, quedar谩 en manos no s贸lo de la clase pol铆tica, sino tambi茅n de la opini贸n p煤blica, presionar a sus gobiernos por fomentar un cambio, en tanto la  TV y la prensa en general sean veh铆culos de comunicaci贸n social y no voceros oficiales de mensajes manipulados por el gran capital.

“Contrariamente a la frase final del cronista  Guam谩n Poma de que el  “Per煤 ya no tiene remedio”,  en el presente  siglo XXI la  ciudadan铆a ha incubado una incontenible ira por el permanente asalto a la caja fiscal por sucesivos reg铆menes de la etapa republicana. El uso indebido del erario nacional nunca ha sido castigado sino burlado con la anuencia de la Justicia.

DE PRADO A HUMALA


Lo que ocurre ahora, en cuanto a cifras y distorsiones siempre se ha referido al militar Mariano Ignacio Prado, que en plena Guerra del Pac铆fico (Chile-Per煤,1879), tras las derrotas navales y terrestres en el sur, decidi贸 viajar a Europa para comprar armamento, y no m谩s volvi贸. La clase dominante nunca ha condenado semejante deserci贸n.

En el 2016, un soldado de origen andino asalta un cuartel de su instituci贸n  (Locumba en Tacna), audacia barata que le facilita llegar a la primera magistratura, cambiando  una hoja de ruta contraria a la que propuso  como  candidato. Pues la pareja presidencial  Humala-Heredia deja el Palacio  de Pizarro, firmando seis meses antes de  finalizar  su mandato, suscribiendo uno de los contratos  m谩s lesivos para toda la poblaci贸n, en contubernio con un firma brasile帽a,  y cuyo  directivo cumple condena de 19 a帽os, con derecho a “delaci贸n”.



Resulta inexplicable c贸mo  el poder pol铆tico puede,  sin argumento t茅cnico alguno, triplicar el valor de un contrato por un  proyecto de transporte de gas en los andes. Si hace dos a帽os, la firma brasile帽a Odebrecht present贸 a Proinversi贸n  una propuesta valorizada en 3,500 millones de d贸lares, en diciembre del 2015, a siete meses de  que termina el mandato el aventurero comandante y su pareja (Humala-Heredia), ese mismo proyecto se convierte en una s贸lida alianza p煤blico-privada, por una suma que supera los 14,500 millones de d贸lares, seg煤n una profusa investigaci贸n, que a continuaci贸n damos  cuenta, elaborada por un equipo de profesionales liderado por   Manuel  Romero  Caro, fundador de  Gesti贸n, el primer diario de econom铆a y negocios  del Per煤, en  marzo de 1992.

Hoy en d铆a el Gasoducto Sur Peruano, se encuentra “Bajo la Lupa” de millones de ciudadanos, que en forma org谩nica y con voces cada vez m谩s altas y s贸lidos argumentos exigen a la nueva administraci贸n del Per煤, liderada por el  presidente Pedro Pablo Kuzcynsky,  la necesaria revisi贸n  del  GSP.

Romero Caro,  en t谩cita alianza con los conglomerados de prensa de El Mercurio, Panorama  Latinoamericano, Cambio16,   Per煤Semanal, PapeldeArbol  y una cadena de organizaciones de investigaci贸n social y econ贸mica,  advierten que dada la magnitud de los problemas que va gestando el indicado megaproyecto gas铆fero debe ser paralizado o renegociado porque de seguir en los t茅rminos suscritos causa grave perjuicio a la econom铆a de millones de consumidores de energ铆a el茅ctrica.

El nuevo Gobierno deber铆a modificar el DS 410 para posibilitar una renegociaci贸n bilateral y una disminuci贸n de los irracionales niveles de subsidio pactados, propone  Romero  Caro.



Tanto Odebrecht como los prestamistas tienen quien defienda sus intereses; pero ¿qui茅n defiende los intereses de los consumidores?. Debe ser el Estado, el flamante gobierno, no solo porque es una obligaci贸n garantizada por normas nacionales sino para  velar la salud, la moral ciudadana y castigar con severidad la grav铆sima inconducta de un  gobernante involucrado en uno de los casos  m谩s  grandes de mal uso de la caja fiscal de este pa铆s  sudamericano  de  33 millones de habitantes, donde el 99% del PBI, la  riqueza nacional, se concentra en el uno (1%) por ciento de sus habitantes.


Los peruanos  exigen la inmediata  intervenci贸n del nuevo Gobierno. ¿PPK y/o el Gabinete Zavala defender谩n los intereses de los consumidores o nuevamente quedar谩n desamparados?



Existe un aspecto que podr铆a complicar la aprobaci贸n de la adenda. Se trata de una manifestaci贸n de David San Frutos,  directivo del GSP en reemplazo de Odb, quien inform贸 que para ejecutar  la inversi贸n cuenta dos estudios de abogados extranjeros “de primer nivel” para que certifiquen que el proyecto  GSP es legal y correcto para obtener la concesi贸n del Estado, enunciado que se habr铆a obtenido.



Si de equidad se trata, le correspond铆a haber hecho algo similar al Estado peruano, pero hasta el cambio de Gobierno, el MEF se habr铆a negado a gestionar dicho requerimiento.



Aparentemente, el problema ser铆a la preocupaci贸n de que en una eventual delaci贸n premiada del expresidente de Odb, Marcelo Odebrecht, este pueda revelar alguna ilegalidad en el otorgamiento de la concesi贸n.



¿Qu茅 pasar铆a si el Gobierno emitiera ese certificado de buena conducta, aprobara la adenda de bancabilidad, la suscribiera y luego, fruto de las investigaciones de la Polic铆a Federal de Brasil, de la Fiscal铆a o de una delaci贸n premiada se descubriera que hubo dolo?



Es que la soluci贸n de la problem谩tica del GSP es una verdadera “papa caliente” que le ha dejado el Gobierno de Humala a PPK. Es por ello que tanto 茅l como Alfredo Thorne, jefe del plan de gobierno, intentaron infructuosamente que el ex MEF Alonso Segura aprobara la adenda pendiente.



Lo que sucedi贸 es que el ministro Segura del r茅gimen humalista, consciente de los riegos involucrados en dicha firma, fue postergando y postergando la firma de la adenda del proyecto favorito de la pareja presidencial por varios meses hasta el cambio de Gobierno. Por lo que se recomienda que el Gobierno renegocie el contrato del GSP.



El destrabe de los megaproyectos no puede hacerse a cualquier costo para los consumidores. En una edici贸n de Gesti贸n, Romero  Caro explica que “los consumidores de energ铆a el茅ctrica tendremos que entregar m谩s de 11,000 millones de d贸lares en subsidios por el Gasoducto Sur Peruano (GSP)”. Esa  suma, seg煤n estudios complementarios  estar铆a subiendo y  se estima que podr铆a llegar a 14 mil millones de d贸lares, seg煤n revelaciones de economistas que siguen investigando  el caso.



Asimismo, el ingreso del GSP no solo originar谩 una considerable alza en las tarifas el茅ctricas (lo que har铆a inviable la promesa electoral de PPK en el sentido que en su Gobierno no se iba a elevar dicha tarifa) sino que unido a otras intervenciones del Estado en el sector, est谩n generando una serie de distorsiones y deficiencias en la asignaci贸n de recursos.



Al extremo que en su primera manifestaci贸n a los medios, el nuevo ministro de Energ铆a (MEM) enfatiz贸 que “el mercado el茅ctrico est谩 muy desordenado”.



Teniendo en cuenta la considerable magnitud de los futuros incrementos de tarifas el茅ctricas (por el GSP y otros proyectos) llegar谩 un momento en que la presi贸n ciudadana frente a los aumentos ser谩 muy intensa, y se solicitar铆a que el Tesoro P煤blico asuma dichas obligaciones (ya se viene planteando pero todav铆a muy t铆midamente), y ya sabemos c贸mo reaccionan los gobiernos antes las movilizaciones sociales.



Por lo que eventualmente se podr铆a ceder; con lo que las metas de d茅ficit fiscal para el 2017 y 2018 anunciadas por Alfredo Thorne, el jefe de plan de gobierno de PPK, no podr铆an ser alcanzadas, con las negativas consecuencias que acarrear铆a.



LA RENEGOCIACI脫N

Es muy importante que el Gobierno renegocie el contrato del GSP, sobre todo en estos momentos en que el Grupo Odebrecht est谩 muy necesitado de liquidez para afrontar una serie de problemas derivados de los importantes problemas judiciales que enfrenta.



El GSP, a solicitud de los bancos, requiere que el Gobierno apruebe y firme una adenda de bancabilidad. Sin embargo, el ministro Gonzalo Tamayo, del sector  Energ铆a, ha manifestado que ellos no negociar铆an mientras Odebrecht (Odb) controle el GSP, argumentando adem谩s que los dispositivos legales vigentes establecen que durante los 3 primeros a帽os de concesi贸n solo se permite que se efect煤en cambios relativos a la correcci贸n de errores materiales; al cierre financiero y a ciertos aspectos operativos.



En efecto, el DS 410- 2015-EF establece lo dicho en el p谩rrafo anterior.  “Tanto Odebrecht como los prestamistas tienen quien defienda sus intereses; pero ¿qui茅n defiende los intereses de los consumidores?”.



El Gobierno, cuyo gabinete ha recibido el respaldo de un congreso donde prima la mayor铆a  del Fujimorismo (l铆der en prisi贸n por quiebra de DDHH y enriquecimiento il铆cito), deber铆a renegociar el contrato del gasoducto al sur.

El considerable monto de subsidios, el significativo aumento en tarifas y las distorsiones que est谩 generando aconsejan un obligada renegociaci贸n  de esa inexplicable alianza p煤blico privada, en la cual el Estado pone el capital, sacrificando los magros bolsillos de la mayor铆a de consumidores para que un inescrupuloso presidente de la Rep煤blica y la primera dama, burlando la confianza ciudadana,  triplica el  valor de una obra fara贸nica.



Para llevar el gas del  Cusco al  resto de la regi贸n sur de Per煤,  la firma Odebrecht se present贸 a Proinversi贸n por segunda vez y despu茅s de tres a帽os,   en diciembre del 2015, con el mismo proyecto de la firma de Kuntur-Odebechet, pero por m谩s del doble del valor. Si la primera vez el  proyecto implicaba un monto total de 3,500 millones de d贸lares, en la segunda convocatoria el l铆der del  llamado ”Partido Nacionalista” opta por avalar ese mismo proyecto  por una  suma que de ser concluida la obra implicar铆a el  desembolso  de la caja fiscal de 14 mil millones de d贸lares, suma en la que se incluye el alza de las tarifas por consumo de energ铆a, que mes a mes pagan los consumidores.



Se  trata de una preocupante y aventurera “proeza nacionalista”, una descarada decisi贸n, una ausencia total de 茅tica  en el  ejercicio de la Pol铆tica. Estamos  ante el  verdadero rostro de un soldado traidor a los intereses de 33 millones  de habitantes,   verg眉enza  y amenaza a la econom铆a popular de un pa铆s, donde la anemia infantil crece d铆a a d铆a, los salarios m铆nimos son los m谩s bajos  de la regi贸n, la salud y la educaci贸n por los  suelos  y el trabajo  cuasi clandestino de  un entorno muy cercano a Montesinos, el asesor de Alberto  Fujimori, que desde   una celda, ambos siguen manejando en fondo y forma el plan que pensaban continuar mediante  su  hija en Palacio  de Gobierno, tras una campa帽a financiada con dinero del narcotr谩fico, informaci贸n revelada por fuentes norteamericanas en v铆spera  de las elecciones generales  2016.

¿UNA NUEVA ETICA?

Los bancos extranjeros “solicitaron iniciar un proceso que asegurase que el consorcio no tuviera ning煤n v铆nculo con el caso de corrupci贸n en Brasil” (Gesti贸n 25.04.2016).

Sobre este tema, fuentes del sector informaron que Odb habr铆a contratado a dos bancos. La soluci贸n de la problem谩tica del GSP es una verdadera “papa caliente” que le ha dejado el Gobierno de Humala a PPK, remarca la investigaci贸n de Romero  Caro.



Un periodista le comenta  al fil贸sofo Robert Spaemann:  “Quiz谩s la 茅poca de la globalizaci贸n, extendida por todas partes y anunciada a toque de campana, exija una 茅tica econ贸mica o pol铆tica completamente nueva. ¿Necesitamos una 茅tica mundial de car谩cter global? ¿Son las exigencias morales que hoy tenemos ante nosotros de 铆ndole tal que resultan ya insuficientes los intentos de respuesta de toda la 茅tica filos贸fica que se ha mantenido hasta hoy?

Robert Spaemann: Vd habla de que quiz谩s “necesitemos” una nueva 茅tica. Ahora bien, me deja perplejo el solo planteamiento de que se necesite una nueva 茅tica. 脡tica es precisamente la reflexi贸n acerca de lo que realmente es necesario. Por ejemplo, se puede leer en Hans K眉ng…. que nosotros necesitar铆amos un Weltethos, una “茅tica universal”.

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