CARTA de Jos茅 Enrique Cent茅n Mart铆n
Es como si fuese un destierro, y a ese exilio Plinio lo defini贸: “el consuelo alivia y no mata la tristeza; y su tristeza de desterrado es, sin duda, una de las fuentes que le atormente y dure hasta la muerte” 1.
Porque empieza con una rutina, al principio se sigue en contacto con antiguos compa帽eros y amigos, incluso va a visitarles a la empresa, puede que alguno le llame, pero poco a poco notas m谩s el distanciamiento con excusas como “tengo mucho l铆o”, “perdona ahora no puedo, te llamar茅”, compa帽eros con quien has compartido cerca de 20 a帽os o m谩s, angustias y fatigas durante largas horas de jornada laboral. Al cabo de poco tiempo se siente el vac铆o, no se reconoce a nadie y todo primer pensamiento del hombre, sea un leproso, o un prisionero, pecador o un inv谩lido es: tener compa帽ero en su desgracia 2. Buscar谩 nuevos contactos en el entorno con personas en su misma situaci贸n, pero son amistades ef铆meras, dado que empiezan a desaparecer bien por aburrimiento o la edad, personas con quien cuesta compartir emociones al ser conversaciones superfluas en la mayor铆a de los casos. Estar谩 henchido de dudas y 茅sta, con el tiempo, llegar谩 a paralizar su capacidad de obrar 2.
Se acerca el ocaso poco a poco, porque en la mayor铆a de los casos, solo se ir谩 a por el pan o alguna compra olvidada, y pasar largas tardes ante la Tv, cuidar谩 a los nietos porque los hijos necesiten una escapatoria entre semana o fines de semanas y vacaciones escolares hasta que tengan edad de quedarse solos, luego es pr谩cticamente el olvido por parte de los tuyos. Situaci贸n que tambi茅n puede abarcar a parados de larga duraci贸n mayores de 55 a帽os, agravada con enfermedades por su situaci贸n, depresi贸n, ansiedad..., o compa帽eros despedidos o forzosamente prejubilados y conocidos por amigos comunes. Eso en la mayor铆a de los varones, porque las mujeres est谩n m谩s activas forzosamente, continuar谩n con las labores de siempre, la casa, la comida y cuidar al var贸n, que nunca las ha realizado.
Algunas personas pueden que tengan alguna actividad y se comuniquen por correo electr贸nico con antiguos compa帽eros, con las mismas reflexiones que se hac铆a en el trabajo, pero en este caso sin recibir nunca respuesta, es un di谩logo en una sola direcci贸n, hasta que alguien cansado te dice: “b贸rrame de tu lista de correos”, le pides disculpas por haberle importunado y su pronta respuesta es: “no me has importunado solo es que estoy harto de Politicastros y mem贸cratas”, la edad te hace ser m谩s templado y recapacitar, pensando que no dice por ti lo de “mem贸crata”, y pesar de ello, a algunos de los que quieren olvidarme echar茅 de menos.
1.- Gregorio Mara帽贸n, Tiberio “Historia de un resentimiento”, Editorial Espasa Calpe, 11陋 Edici贸n p谩gina 46.
2.- Erich Fromm, “El miedo a la libertad”, 8陋 impresi贸n: octubre de 2011, Paid贸s pp. 56,58.
Es como si fuese un destierro, y a ese exilio Plinio lo defini贸: “el consuelo alivia y no mata la tristeza; y su tristeza de desterrado es, sin duda, una de las fuentes que le atormente y dure hasta la muerte” 1.
Porque empieza con una rutina, al principio se sigue en contacto con antiguos compa帽eros y amigos, incluso va a visitarles a la empresa, puede que alguno le llame, pero poco a poco notas m谩s el distanciamiento con excusas como “tengo mucho l铆o”, “perdona ahora no puedo, te llamar茅”, compa帽eros con quien has compartido cerca de 20 a帽os o m谩s, angustias y fatigas durante largas horas de jornada laboral. Al cabo de poco tiempo se siente el vac铆o, no se reconoce a nadie y todo primer pensamiento del hombre, sea un leproso, o un prisionero, pecador o un inv谩lido es: tener compa帽ero en su desgracia 2. Buscar谩 nuevos contactos en el entorno con personas en su misma situaci贸n, pero son amistades ef铆meras, dado que empiezan a desaparecer bien por aburrimiento o la edad, personas con quien cuesta compartir emociones al ser conversaciones superfluas en la mayor铆a de los casos. Estar谩 henchido de dudas y 茅sta, con el tiempo, llegar谩 a paralizar su capacidad de obrar 2.
Se acerca el ocaso poco a poco, porque en la mayor铆a de los casos, solo se ir谩 a por el pan o alguna compra olvidada, y pasar largas tardes ante la Tv, cuidar谩 a los nietos porque los hijos necesiten una escapatoria entre semana o fines de semanas y vacaciones escolares hasta que tengan edad de quedarse solos, luego es pr谩cticamente el olvido por parte de los tuyos. Situaci贸n que tambi茅n puede abarcar a parados de larga duraci贸n mayores de 55 a帽os, agravada con enfermedades por su situaci贸n, depresi贸n, ansiedad..., o compa帽eros despedidos o forzosamente prejubilados y conocidos por amigos comunes. Eso en la mayor铆a de los varones, porque las mujeres est谩n m谩s activas forzosamente, continuar谩n con las labores de siempre, la casa, la comida y cuidar al var贸n, que nunca las ha realizado.
Algunas personas pueden que tengan alguna actividad y se comuniquen por correo electr贸nico con antiguos compa帽eros, con las mismas reflexiones que se hac铆a en el trabajo, pero en este caso sin recibir nunca respuesta, es un di谩logo en una sola direcci贸n, hasta que alguien cansado te dice: “b贸rrame de tu lista de correos”, le pides disculpas por haberle importunado y su pronta respuesta es: “no me has importunado solo es que estoy harto de Politicastros y mem贸cratas”, la edad te hace ser m谩s templado y recapacitar, pensando que no dice por ti lo de “mem贸crata”, y pesar de ello, a algunos de los que quieren olvidarme echar茅 de menos.
1.- Gregorio Mara帽贸n, Tiberio “Historia de un resentimiento”, Editorial Espasa Calpe, 11陋 Edici贸n p谩gina 46.
2.- Erich Fromm, “El miedo a la libertad”, 8陋 impresi贸n: octubre de 2011, Paid贸s pp. 56,58.