OPINIÓN de Ernesto Carmona .- Anuncian que el derrotado político ultra-derechista venezolano Henrique Capriles Radonski (HCR) viene a Chile esta semana, mientras los grandes medios locales, venezolanos e internacionales todavía hacen invisible la ola de muerte y violencia que convocó el 15 de abril, después de perder las elecciones del día anterior, con el pretexto de un aparentemente inocuo cacerolazo para “descargar esa arrechera” (rabia)… “para que se oiga en todo el mundo”. (1) Pero el comando de sus grupos armados había preparado algo distinto. Desató una vez más la ya clásica guarimba, como llaman allá a los desórdenes públicos violentos, con una secuela de muerte y destrucción que tomó por sorpresa a más de la mitad del país que acababa de ganar las elecciones. La invitación a la violencia, formulada por el perdedor con una generosa cobertura de los medios privados locales, condujo a los grupos fascistas locales a dos jornadas de violencia, el 15 y 16 de abril, con un ...