Los vertidos de las plantas nucleares de Sellafield y la Hague cruzan el Atl谩ntico Norte hasta los mares de Noruega y Dimarca
•elmercuriodigital ▫ Un equipo de investigaci贸n del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla ha analizado el yodo-129 que hay en las algas y las aguas marinas situadas entre Noruega, Suecia y Dinamarca. Los resultados revelan que las concentraciones de este elemento radiactivo han aumentado por las descargas procedentes de las plantas de reprocesamiento nuclear de Sellafield (Reino Unido) y La Hague (Francia).Sinc.- "Si comparamos las cantidades del elemento radiactivo yodo-129 que existen en el medioambiente marino entre la era pre y postnuclear, se puede comprobar c贸mo han aumentado fundamentalmente debido a las descargas desde las plantas de reprocesamiento de combustible nuclear de Sellafield y la Hague", destaca Jos茅 Manuel G贸mez, investigador del Centro Nacional de Aceleradores (CNA, centro mixto Universidad de Sevilla-Junta de Andaluc铆a-CSIC).
El yodo-129 (129I) es un is贸topo radiactivo que existe en la naturaleza de modo natural, pero tambi茅n es un subproducto de la fisi贸n nuclear por las actividades industriales y militares humanas. G贸mez y sus colegas del CNA han analizado las concentraciones de este elemento en las algas y el agua marina de las zonas marinas de Kattegat y Skagerrak, situadas entre Suecia, Noruega y Dinamarca, y confirman c贸mo ha aumentado por la v铆a antr贸pica.
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Los elementos radiactivos que originan las plantas nucleares de Sellafield (Inglaterra) y La Hague (Francia), a la izquierda en el mapa, llegan hasta las zonas marinas de Skagerrak y Kattegat en Escandinavia, arriba a la derecha. |
Los resultados, que se publican en la revista Chemosphere, apuntan que este yodo radiactivo se ha incrementado en los 煤ltimos a帽os y procede principalmente de lugares tan alejados como Sellafield (Inglaterra) y la Hague (Francia). Los vertidos que generan sus plantas de reprocesamiento nuclear son transportados por las corrientes y llegan hasta la zona examinada en el Atl谩ntico Norte.
Para este estudio se ha analizado un tipo de alga concreta, Fucus Vesiculosus, una especie que acumula el yodo en altos niveles, por lo que se puede emplear como bioindicador de la cantidad de 129I.
Los investigadores tambi茅n han estudiado su proporci贸n respecto al is贸topo cesio-137 (137Cs), y los datos reafirman las conclusiones.
Los altos niveles de 129I en Skagerrak y su disminuci贸n gradual hacia la zona de Kattegat y el Mar B谩ltico indican que este yodo radiactivo descargado desde las plantas de reprocesamiento de Sellafield y La Hague ha sido transportado a la zona de Skagerrak a trav茅s del Mar del Norte, y hasta la zona de Kattegat y el mar B谩ltico a trav茅s del mar de Belt.
Permanencia de 30.000 a帽os en los oc茅anos
Debido a la acci贸n de algunos organismos marinos como algas, fitoplancton o bacterias aer贸bicas, este is贸topo pasa del medio marino a la atm贸sfera, teniendo una permanencia en los oc茅anos de unos 30.000 a帽os. Esta estancia relativamente larga, as铆 como sus continuas liberaciones desde las instalaciones de reprocesamiento nuclear, hace que el 129I sea un trazador adecuado para el estudio de los ciclos marinos biogeoqu铆micos del yodo estable.
Este estudio ha sido desarrollado por miembros del grupo de espectrometr铆a de masas con aceleradores del CNA en colaboraci贸n con miembros de la Universidad de Sevilla y la Autoridad de Protecci贸n de Radiaci贸n Noruega.