Con un concierto sinfónico en su pueblo natal, Aielo de Malferit
•elmercuriodigital ▫ Se cumplen 42 años de la desaparición física de Nino Bravo. El próximo 25 de abril a las 20:30 horas se le homenajeará con un concierto sinfónico en su pueblo natal, Aielo de Malferit.Nino Bravo, visto desde ocho ángulos. Por E.MIGUEL DE CASO
"Más allá del mar habrá un lugar donde el sol cada mañana brille más". Una estrofa de una canción de Nino. Una estrofa de esperanza. De esperanza forjada en una lucha diaria. En una lucha entre el "soy" y el "quiero ser". Una esperanza en el mañana. Una esperanza de vista alta. De quimeras posibles y de reivindicaciones que gritan desde el fondo de la trastienda de cada día.
Nino Bravo hace mucho tiempo que empezó a cantar. Hace mucho tiempo que abandonó su sitio y su casa para recorrer caminos con una melodía en la boca. Para cantar "lo que usted mande", por lo "que usted quiera darme". De esto ya hace mucho tiempo. Aquel "Te quiero, te quiero" rompió la monotonía de los días grises para hacerlos estallar en un mar de aplausos y de fama. Las reivindicaciones que se estaban escuchando.
Y después llegó "La puerta del amor", "Noelia", "Un beso y una flor" y un largo etcétera. Después llegaron los contratos ventajosos, las actuaciones en Sudamérica, los gritos de las "fans" y los días sin dormir, de avión en avión.
SINCERIDAD
-Mis canciones no pretenden dar ningún mensaje urgente, ni denunciar ninguna postura negativa para la sociedad. Pueden clasificarse en la música frívola. Son canciones de siempre, que se cantarán eternamente. Pero son, ante todo, cosas que puedo decir alto, porque creo en ellas. No grabaría una canción que no estuviera a tono con mi forma de ser. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. La gente te toma por ejemplo y parte de ella te imita. Lo que cies o lo que haces es público y puede ser un arma de doble filo.
"Así es si así os parece". Nino Bravo sigue haciendo su música. Esa música en que cree y en la que vive. El medio ambiente en que se desenvuelve su propio "ego". Esa especie de "caldo de cultivo" propio que viene a desembocar en otros muchos que forman el "modus vivendi" de este extraño mundo musical.
POLITICA
-No se puede vivir al margen de ella. Cada uno hace la suya. Yo sigo con la mía adelante. Desde el momento que tomo conciencia de una postura, ya estoy haciendo política. Personalmente respeto todas. La de cada uno. No me meto ni salgo, pero "sirvo a mi señor". Aquel que dice que no hace ninguna, miente. Lo que hace es mantener la inercia de un sistema, con su inhibición, y esto ya es hacer política.
Y seguimos adelante. Entre sorbo y sorbo de algo que nos han traído. Entre una corriente de sinceridad que arrastraba a las preguntas y las respuestas. Era importante para hacer el reportaje. No se podía desenvolver perfectamente de "tú pregunta y yo me defiendo". Pero no era así. Hablábamos como dos amigos. Separados por una mesa que sostenía nuestras consumiciones. Sin otro propósito.
INTIMIDAD
-La fama, en un cierto grado, es molesta. Esto no se puede negar. Pierdes un poco de tu "yo" para ser algo que el público maneja a su antojo. Nuestra vida privada pertenece, por así decirlo, un poco al público. Aquí está la lucha para preservarla lo más posible. Personamente quise cerrarla, pero no pude. Por un lado, esto me benefició; por otro..., hubo de todo. Siempre procuro mantener mi casa al margen. Creo que, en la medida de lo posible, lo he logrado. Fuera soy Nino Bravo; dentro, Luis Manuel, dos personas diferentes, aunque con los mismos principios.
Todos recordamos el día de su boda. El día del nacimiento de su hija. El día de... Cualquiera nos vale para tomar ejemplo. Es la lucha diaria entre la persona privada y la pública. El preservarse de ese barro que en ocasiones salpica la fama y llega a hacer daño. A torcer una trayectoria. Pero la vida sigue y en cada salida a la calle la lucha continúa.
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| Foto Pedro A. Martínez Parra |
PRESIONES
-Este mundo de la música es del todo simpático. Cuando no era famoso, todo era el animarme para que cantara y siguiera adelante. En cuanto me hice un nombre me viene un señor, que no conocía de nada, y me dice, casi gritándome, que por qué hacía esa música tan horrible. Que eso estaba pasado y que lo que había que hacer era todo lo contrario. Que de esa manera no iba a programar ni uno de mis discos. La verdad, aún hoy no lo entiendo. Pero no me gusta que me presionen. No puedo hacer "blues", porque no lo siento, y no puedo dedicarme a hacer algo que no lo vivo. Sería defraudarme a mí mismo. Otra música no me saldría espontáneamente.
Una anécdota más en su vida. En su agitada vida de artista. De una vida que transcurre entre las cuatro conversaciones de una localidad familiar y que, de pronto, salta a un nivel donde todo el mundo se toma el derecho de criticar. Y duramente. Como si la salida a la voz pública de un nuevo artista abriera la veda, esa extraña veda de la caza del defecto y el encubrimiento de las contadas virtudes.
Pero ya está acostumbrado. Forma parte del pulso de cada día. Del ingrediente que viene casi detrás del diario afeitado. Que se toma simultáneamente con el movimiento reflejo de ajustarse a la corbata al salir por el portal. Y sonreír, porque Nino Bravo no ha dejado de sonreír durante toda la entrevista. Tomándose su tiempo para contestar. Sin prisas. Pero con la sonrisa a flor de labios.
AMULETOS
-La época del colmillo colgado ya ha pasado a la historia. Es una parte de mi historia con la que quise romper y la única forma era olvidándome de ello. ¿Que si me dio suerte? Yo pienso que la suerte se busca y se trabaja. En otras palabras: se gana a pulso. El llevar un colmillo o cualquier cosa colgada al cuello, como comprenderás, no puede ayudar a encontrarla en la vuelta de una esquina. Sí, hay mucha gente que cree en eso, pero yo no; respeto la opinión de los demás, pero eso no va conmigo.
Eso mismo pienso yo. Nino Bravo es una persona llana. Sin tapujos ni bastidores camuflados. Es sincero cuando quiere serlo. Y esto ocurre cuando no se siente presionado a formularse en una forma definida. Definida por algo...
PÚBLICO
-El público me merece todos los respetos. No hay que olvidar que, te guste o no, él te sube o te mete en el más frío de los olvidos. Cuando se sube a un escenario tienes otra oportunidad de revalidar los deseos que les ha hecho ir a verte. Por eso siempre brindo al público. Él tiene en us mano el "confirmar mi alternativa", a darme de narices en el suelo. ¿Que hay públicos más difíciles que otros? ¿Y más importantes? Depende el rasero con que les midas. Desde luego, el público de una capital grande es siempre más difícil que el de un pueblecito, pero todos son importantes. Todos van a formar el número de seguidores y de compradores de tus discos. Si defraudas a uno de ellos, a la larga acabas defraudando a todos.
"Hay público que chilla sólo por el hecho de chillar. Es una minoría y pienso que es un público enfermo. Está acompñlejado y tiene que sobresalir de alguna manera del resto. Chillando y pitando es una forma de conseguirlo. Haciendo algo espectacular. Es idiota ir a ver a un artista sólo para chillarle y pitarle. Hay que comprender que el que está arriba está desempeñando un trabajo. Ganándose el pan como aquel que dice. Pero por fortuna este público es una minoría y el resto es gente educada y correcta.
Me pasa por la cabeza la idea de que entre los muchos kilómetros que ha recorrido, entre escenario y escenario, se habrá encontrado con muchos y diferentes públicos. Me dice que no guarda rencor de ninguno de ellos. Que todos le han tratado bien, y que en todos los sitios le gustaría repetir. Está contento y agradecido por todo el mundo.
GENTE JOVEN
-El problema de la gente joven para escuchar música es que no tiene el suficiente dinero para pagar la entrada de la mayoría de los sitios. Sus ingresos no se lo permiten. Hay que tener en cuenta que la mayoría no trabaja. Son estudiantes y lo que puedan darles sus padres no les alcanza. Otros trabajan, pero tienen que ayudar a sus familias con sus ingresos, con lo cual están casi en la misma posición. Esto se podía paliar actuando en sitios de gran aforo, con lo que permitiría rebajar el precio de las entradas. Todos saldrían beneficiados. El dueño del local, porque se le llenaría. Los jóvenes, porque tendrían su música al alcance de sus bolsillos, y nosotros, porque tendríamos delante a una gran parte representantiva del público que nos apoya; y a la larga esto son ganancias.
Más de una vez se ha visto a más de un joven mirar los carteles que anuncian la actuación de uno de sus ídolos. Oportunidad fracasada, porque el precio es superior al dinero que tienen en el bolsillo. Problemas de oferta monetaria. De liquido disponible. No hay que olvidar que la música es patrimonio de una generación que, desde los límites del popular hasta la juventud que sigue un movimiento "esotérico-underground" -valga la expresión-, la sigue y la escucha. Ha pasado a formar parte de su cultura. Junto a los libros de Marcuse o de Galbraith. Formando parte integrante de un cosmos social en el que se desenvuelven. Por eso es importante tener en cuenta su poder adquisitivo. Pero contadas son las ocasiones.
RETIRADA
-Para que me retire tendría que suceder algo gordo. Yo he creado a Nino Bravo y mientras no me defraude seguiré adelante con él. Cuando personalmente, a mí mismo, como Luis Manuel, no me guste lo que hace Nino Bravo, le haré desaparecer. Le mataré, hablando metafóricamente. Pero mientras esté como ahora no veo razón para ello. La gente me apoya y me anima a seguir adelante. Tengo la necesidad y la obligación de hacerlo. ¿Si estoy satisfecho con lo que hago? No del todo. Soy exigente conmigo mismo y cada vez pienso que lo podría hacer mejor. Estoy contento, pero no satisfecho. Cada día se aprende algo nuevo que se puede incorporar al día siguiente. Es un "crescendo" continuo en el afán de superarte. De seguir adelante con nuevos bríos. Por ahora sigo, en el momento que Nino defraude, repito, le haré desaparecer.
Y eso es todo. Ha sido una conversación, creo, jugosa. Hemos hablado de muchas cosas. Como dos amigos. En un plan que media entre la entrevista y la confidencia. Entre las dos aguas de periodista-artista y amigo-amigo.
Y la vida sigue. Igual o diferente, pero sigue. Los discos siguen marchando por esa extraña senda de los "hits-parades". Y es necesario empujar su marcha. Trabajar, en otras palabras.
Nos despedimos. Y Nino se va. Con ilusiones, con esperanzas y con deseos de mejorar cada día. De revivir sus laureles. De ganarse al público. Ilusiones y esperanzas. Y profesionalidad. A prueba de bomba.
"...Es ligero equipaje
para tan largo viaje.
Las penas quedan
en el corazón".
http://www.ninobravo.net/
