EL CONVENTILLO/ AGENCIAS.- En "Carlos Gardel, el cantor de tangos", Osvaldo Barsky y su hijo Julián retoman la biografía -nunca definitiva- sobre el Morocho del Abasto, para esbozar una semblanza más literaria que informativa a pesar de los nuevos datos aportados por los autores.
"Uno de sus biógrafos, el inglés Simon Collier, dice que Gardel fue el fenómeno de masas más importante hasta la llegada de los Beatles: con sus discos se revela como un artista extraordinario justo cuando hay una gran difusión del tango en Hispanoamérica y Francia, a lo que suma su actuaciones en el cine y una imagen de latin lover construida con mucho esfuerzo", sintetiza Osvaldo Barsky a Télam.
En relación con el libro publicado anteriormente "Gardel. La biografía" (2004), "se ha avanzado mucho a través de los estudios gardelianos en Toulouse, con apoyo del gobierno francés en aspectos vinculados a la genealogía, la familia del cantor y su nacimiento, incluso hay pruebas documentales", aseguró Barsky.
A su vez añadió que, “uno de sus biógrafos, el inglés Simon Collier, dice que Gardel fue el fenómeno de masas más importante hasta la llegada de los Beatles: con sus discos se revela como un artista extraordinario justo cuando hay una gran difusión del tango en Hispanoamérica y Francia, a lo que suma sus actuaciones en el cine y una imagen de latin lover construida con mucho esfuerzo”.
La obra indaga en los distintos espacios y ámbitos de la vida del cantante. Sus relaciones familiares, laborales y profesionales se destacan por la profundidad de investigación y el tratamiento de los datos. "Su gran ambición era conquistar el mundo anglosajón, algo que no logró porque lo alcanzó la muerte. Estuvo trabajando seriamente para cantar en inglés porque se daba cuenta que a través del cine tendría una proyección mundial. Fue un notable empresario de sí mismo y un hombre que desde el punto de vista de los medios de comunicación estaba adelantado diez años", consideró el autor.
Otro plus agregado a esta biografía se refiere a datos inéditos acerca de las andanzas de su madre francesa en Venezuela, que luego viaja a la Argentina y hasta habla castellano.
Al mismo tiempo, el autor asegura que hoy en día hay mucho más conocimiento de toda la actuación del consulado francés en Buenos Aires o cuáles fueron las políticas durante la Segunda Guerra Mundial, que permiten entender la lógica de Gardel al buscar documentación falsa para nacionalizarse argentino.
"El consigue un papelito transitorio en Tacuarembó (Uruguay), con eso saca la cédula de identidad de la Policía Federal y a partir de eso se nacionaliza argentino", repasa Barsky.
Gardel y sus vínculos más cercanos ocupan un lugar privilegiado en el análisis. "Gardel con todos sus afectos tenía una actitud ambigua, en las cartas hasta agresivamente decía cosas pero cuando se encontraba con la persona le costaba. Tenía una debilidad personal, no se podía pelear con nadie. No hay que olvidarse -advierte- que era hijo de una madre soltera", apuntó.
En el capítulo "Ciudad bruja" los autores explican los motivos de su distanciamiento con su ciudad, Buenos Aires: "Luego de sus viajes a España, Francia y Estados Unidos, él se encuentra con un ambiente artístico local profundamente provinciano y el horizonte del cantor era el mundo".
El Morocho del Abasto, analiza Barsky, "se convierte en una estrella internacional y eso despertó una gran envidia en una parte de sus allegados, algo natural que haya pasado porque Buenos Aires ha sido muy cruel con muchos de sus mejores artistas".
Más de cien canciones excepcionales desde el punto de vista melódico permiten recordarlo como uno de los más grandes. `El día que me quieras`, `Volver`, `Soledad`, `Sus ojos se cerraron` son algunos éxitos inolvidables.
Por su parte, la investigación criminalística de Raúl Torre y Juan Fenoglio "que aporta pruebas irrefutables con relación a la verosimilitud de parte de los documentos que confirman el origen francés del artista" es mencionada por los autores en este libro que esculpe con precisión y vuelo literario -responsabilidad de Julián Barsky- nuevamente la figura de Gardel.