La organización Amnistía Internacional ha pedido a los tribunales de Moscú que anulen la declaración de culpabilidad dictada contra el destacado empresario Mikhail Khodorkovsky por blanqueo de dinero, por considerar que su juicio careció de garantías y pareció estar basado en motivos políticos.
“El sistemático desprecio de las autoridades rusas hacia el debido proceso en este juicio sólo refuerza la impresión de que esta segunda serie de condenas ha tenido motivación política”, ha declarado Nicola Duckworth, director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
Mikhail Khodorkovsky se convirtió en uno de los empresarios más ricos y poderosos de Rusia tras adquirir en la década de 1990 varias industrias que pertenecieron al Estado ex soviético, incluida la compañía petrolera YUKOS.
Fue detenido en 2003 y ahora ha sido sometido a dos juicios junto con su ex socio empresarial, Platon Lebedev, el primero por evasión de impuestos y fraude, y el segundo por malversación y blanqueo de dinero.
Los abogados de la defensa no pudieron interrogar a los testigos de la acusación; por otro lado, no se permitió que subieran al estrado testigos de la defensa.
Las autoridades han presionado y acosado a antiguos colegas para que declaren para la acusación. Entre otras infracciones procesales, el tribunal no ordenó a la acusación que revelase información, y hubo irregularidades en las primeras fases de la investigación que perjudicaron el derecho del acusado a preparar su defensa.
“Todos los indicios señalan una constante de motivos e injerencias de carácter político que han obstruido la acción de la justicia en este caso. El Tribunal Municipal de Moscú debe anular esta condena injusta para restablecer la confianza en la independencia del sistema judicial ruso”, manifestó Nicola Duckworth.
En el primer juicio a que fueron sometidos Mikhail Khodorkovsky y Platon Lebedev también se produjeron numerosas infracciones procesales y hubo denuncias generalizadas de motivaciones políticas. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos estudia actualmente las denuncias de que el primer juicio tuvo motivación política, y el 25 de octubre de 2007 resolvió que las reiteradas irregularidades de la prisión preventiva a que fue sometido Platon Lebedev antes de su primer juicio conculcaron sus derechos.
“El sistemático desprecio de las autoridades rusas hacia el debido proceso en este juicio sólo refuerza la impresión de que esta segunda serie de condenas ha tenido motivación política”, ha declarado Nicola Duckworth, director del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
Mikhail Khodorkovsky se convirtió en uno de los empresarios más ricos y poderosos de Rusia tras adquirir en la década de 1990 varias industrias que pertenecieron al Estado ex soviético, incluida la compañía petrolera YUKOS.
Fue detenido en 2003 y ahora ha sido sometido a dos juicios junto con su ex socio empresarial, Platon Lebedev, el primero por evasión de impuestos y fraude, y el segundo por malversación y blanqueo de dinero.
Los abogados de la defensa no pudieron interrogar a los testigos de la acusación; por otro lado, no se permitió que subieran al estrado testigos de la defensa.
Las autoridades han presionado y acosado a antiguos colegas para que declaren para la acusación. Entre otras infracciones procesales, el tribunal no ordenó a la acusación que revelase información, y hubo irregularidades en las primeras fases de la investigación que perjudicaron el derecho del acusado a preparar su defensa.
“Todos los indicios señalan una constante de motivos e injerencias de carácter político que han obstruido la acción de la justicia en este caso. El Tribunal Municipal de Moscú debe anular esta condena injusta para restablecer la confianza en la independencia del sistema judicial ruso”, manifestó Nicola Duckworth.
En el primer juicio a que fueron sometidos Mikhail Khodorkovsky y Platon Lebedev también se produjeron numerosas infracciones procesales y hubo denuncias generalizadas de motivaciones políticas. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos estudia actualmente las denuncias de que el primer juicio tuvo motivación política, y el 25 de octubre de 2007 resolvió que las reiteradas irregularidades de la prisión preventiva a que fue sometido Platon Lebedev antes de su primer juicio conculcaron sus derechos.
